El pasado domingo 25 de mayo el tour "30 Years Strong&Proud" de Doro Pesch llegó a Barcelona. La alemana estubo acompañada por sus compatriotas NulldB en la sala razzmatazz 2 y nuestra redactora Ireth allí estuvo.

¿Quieres saber como le sienta el paso del tiempo a la metal queen? ¡Entonces no te pierdas esta crónica!

 

Los domingos siempre he considerado que son malos días para hacer conciertos. No en el plano general, pues es el día que mayor número de gente tendrá disponibilidad, pero a nivel personal el domingo significa recuperar energías. Aunque visto lo visto, nada como Doro para que estas regresen a ti.

La noche empezó de la mano de NulldB, un conjunto que desconocía en su totalidad pero que tras el show que nos brindaron lo único que me queda es querer seguirles la pista.

Formados en 2008 en Alemania llevan teloneando a Doro desde el pasado mes de marzo y este era su último show de la gira, desconozco si este hecho les dio un plus de ánimos o si realmente son así siempre, pero lo que si se es que merecen la pena. Los alemanes tienen en la recamara dos álbums: “Im Auge Des Stums” y “Enzeit”. Además de una calidad nada despreciable.

Su entrada ya prometía. Cuando ves a todo un frontman motivado como lo es Frank Kuhnlein, un guitarrista de nombre Mischa Matveev pintado mitad blanco y mitad negro y a Matze Hottinger a los mandos del bajo con una falda escocesa puedes vislumbrar que la cosa apuntará alto y ¡vaya si lo hizo! El cuarteto supo encender los motores del público a pesar de no practicar el mismo estilo que Doro. Un metal más moderno, potente, de riffs graves, crudos y melodías pesadas y agresivas. Presentaron en media hora su repertorio formado por “Endzeit”, “Roter Regen” y “Tyrannei” entre otras, hicieron un guiño a la propia jefa de ceremonias interpretando “All we Are” y también Frank nos deleitó con un su solo del gran Hendrix.

Quizás si los fans de Doro hubieran sabido a quien tenían delante hubieran llenado más de un cuarto de la sala en lugar de echar la birra reglamentaria en el bar, pues el cuarteto lo merecía, salieron con ganas y nos contagiaron su entusiasmo. Enérgicos y con las pilas cargadas no dieron mucho respiro a un público que seguro que la espera se les hizo más amena.

“30 Years Strong and Proud”, más alto Doro Pesch no puede gritarlo. Una mujer que lleva 30 años en esto y si me apuras no es que mantenga su vitalidad veinteañera a sus casi 50, más bien parece que lleve esta al límite. Cada vez está mejor. Los años no han hecho mella en ella y con su sonrisa siempre radiante nos lo demostró. Razzmatazz 2 a casi medio llenar se rindió a sus pies, pero no menos de lo que ella mostró rendirse a sus fans y es que esa es una de las facetas de Doro, su cercanía con la gente a la que considera su familia metalera.

Heavy metal clásico, fuerza, vitalidad y energia. Así es Doro y así la vimos. Muy bien acompañada por sus fieles escuderos. Nick Douglas y Jhonny Dee son quienes llevan más tiempo a su lado y  parecen contagiarse del efecto rejuvenecedor de su metal queen. Luca Princiotta con Bass Mas, con algo menos de tiempo y una compenetración entre ellos que hace las delicias de cualquier fotógrafo. El equipo sabe resaltar protagonismo como pack. Los piques entre Bass y Luca, los gritos y coros de Nick y le energía de Jhonny. Sin olvidarnos de los teclados puntuales con Harrison Young.

La velada empezó ya recordando la época de Warlock, con un poderoso “Rule the Ruins” al que siguió “Rock Till Death” del Raise for Fist. Algo nuevo y algo viejo para encender a un público de edades dispares. Entre clásicos y no tan clásicos como son “Fight for rock”, “Night of the Warlock”, “Burn it Up” y “Without You” siguieron amenizando la primera parte de la noche hasta llegar a una de las dos única treguas que tuvimos: “Für Immer”, donde se formó uno de los momentos más intensos a nivel de interpretación, un tema sentido que así fue transmitido. A continuación, nada mejor para romper la calma que “Out of Control” con el sucesivo protagonismo de Jhonny Dee, quien se lució con un solazo de batería.

Doro volvió al escenario a ritmo del himno que creó para el Wacken, “We Are the Metalheads”, probablemente el momento con los cuernos más en alza, reclamados siempre por ella misma, algo que no dejo de pedir en toda la noche. El clímax del show empezó ahí y se alargó ya hasta el final sin apenas un respiro. No se olvido de homenajear al gran Dio con “Egypt (the chains are on)”, ni de la cañera y agresiva “Revenge” del Raise Your First y su querida “All We Are”, que marcaba los últimos compases de un concierto en el que aún pudimos ver el cover de “Breaking the Law” de los Judas. En este último tramo volvimos a ver a Doro cediendo el micro a sus fans, a los que incluso dejó elegir el último tema con lo cual “Above the Ashes” cerró la noche.

La reina del metal alemana dejó claro que lo que más le gusta de todo esto es actuar en directo, las ganas y el empeño que le pone a todo son admirables. El domingo 25 vimos un concierto sublime digno de este adjetivo, Doro puede estar realmente orgullosa de si misma y de su equipo, pues todos mostraron una intensidad propia de las grandes ocasiones. Uno de los shows del año.

Crónica y fotos: Irêth