El pasado domingo 20 de septiembre WarCry regresó a Oviedo para ofrecer su directo una vez más durante las fiestas de la capital de Asturies. Un concierto que nadie quiso perderse y mucho menos nosotros.

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Día grande para el heavy metal patrio en Oviedo. Y es que una vez más WarCry ofrecería un concierto en el emblemático escenario de la plaza de la Catedral de la capital de Asturies, de forma gratuita y dentro del programa de fiestas de San Mateo.

Una ocasión que nadie quiso perderse y ante una abarrotada plaza el quinteto asturiano salió a por todas con “Quiero Oírte” y “Nuevo Mundo”, sin duda un arranque potente para las dos horas de concierto que estaban por llegar. Más sin embargo, con “Anticristo” dio comienzo el verdadero espectáculo, pues una vez evacuados los fotógrafos del foso, la pirotecnia y los cañones de fuego comenzaron a hacer de las suyas.
Acompañado de un buen sonido, aunque un poco bajo en volumen para mi gusto, el repertorio tuvo momentos para todos los gustos. Desde exhibiciones de Santi en “Ardo por Dentro” o “Huelo el Miedo”, a momentos de protagonismo para ese gran olvidado que es el bajo en “Tú mismo”, pasando por el sentido recuerdo de Víctor a un amigo en la dedicatoria de “La Vieja Guardia”, al propio Víctor guitarra en mano en una emotiva “Mi Tierra” o al despliegue técnico de Pablo García en cada tema. Quizás faltó un punto para que brillase individualmente Rafa Yugueros, pero él mismo se encargó de recordárnoslo en cada tema con su pegada.

WarCry ofreció un estupendo concierto. Comenzó el grupo un poco atenazado, quizás por los nervios de tocar en casa tres años después, quizás sabedores de que el concierto iba a ser largo; para posteriormente ir ganando paulatinamente en todos los aspectos.
Fue en mi opinión “Coraje” el tema que marcó el punto de inflexión. A partir de ahí Víctor estuvo inmenso, Pablo y Santi aportaron unos coros estupendos e hicieron callar (otra vez) a todos aquellos que siguen con la matraca de la segunda guitarra. Mientras tanto, Roberto y Rafa a lo suyo. La base rítmica del grupo las mata callando, parece que no está pero su labor es imprescindible a la par que demoledora, pura fuerza.

Sobre las tablas todo iba sobre ruedas, sin embargo, algo fallaba entre el respetable. Y es que pasando las primeras filas había una zona “muerta”. Tal parecía que se habían contratado figurantes, pues el público estaba quieto, sin alzar manos, sin apenas mover la cabeza… Supongo, que no debería sorprenderme, pues las salas asturianas sufren el año viendo pasar a buenas bandas del género ante uno o dos centenares de personas, si hay suerte, así que para muchos sería su único concierto del año, prueba de ello fue que algunos se fueron cuando la banda hizo el clásico amago para los bises. Pero aunque así lo fuera, ¡esto es heavy metal! Un poquito de pasión no viene mal.



Volviendo a lo que nos interesa, el concierto de WarCry continuó viento en popa durante las citadas dos horas. Regalándonos la banda una veintena de canciones, entre ellas personalmente destacaría “Ardo por Dentro”, demoledora y con un Santi pletórico en su inicio, la intensa “El Amor de una Madre”, el divertido momento en el que Pablo escanció sidra para el grupo como presentación de “Amistad”, la interpretación de “Mi Tierra” con Víctor a la guitarra acústica y el apoteósico final con “El Guardián de Troya” y “Hoy Gano Yo”. Un broche de oro a una gran noche.

Tres años después, WarCry volvió a dejar el listón de la plaza de la Catedral por las nubes. Un listón, el que establecía su actuación en el mismo lugar en 2012, que fue su único rival en este concierto. Ojalá no tengamos que esperar tanto para volver a verles en casa, o sí, si el precio a pagar para ver un concierto así es esperar tres años, lo pagamos gustosamente.


Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es