A principios de mes, Barcelona recibió la visita de la banda francesa Alcest, acompañada de dos teloneros de excepción, Hexvessel y The Fauns. Nosotros no nos lo quisimos perder y Xell nos relata hoy todo lo sucedido durante la noche.

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Hace unos días recibimos la visita de Alcest, una de las actuaciones más esperadas de la temporada, ya que debido al fatídico incidente con el autobús de la pasada gira junto a Katatonia, se cancelaron las fechas españolas hace dos años, con el consecuente cabreo y pataleta de sus fans. Por esta razón esperaba yo más asistencia de la que hubo. Supongo que algunos no han conseguido encontrarle el punto al nuevo álbum de los franceses, Shelter, el cual se aleja considerablemente de la música metal pero no deja de ser un buen disco (concretamente el tema “Delivrance” me parece de lo mejor que ha hecho Alcest en toda su carrera). O quizás fue culpa de que el evento se realizaba entre semana y no todo el mundo puede librarse de sus obligaciones laborales. El caso es que a última hora el concierto se pasó de la sala principal de la Apolo a la[2], mucho más pequeña. Y aunque desde el punto de vista de fotógrafa hubiese preferido la otra sala, creo que un recinto más pequeño como este es más adecuado para una banda como Alcest, ya que el resultado es mucho más íntimo.

Los franceses no venían solos, y los primeros en tocar fueron los británicos The Fauns. Lamentablemente no fui capaz de gozar como es debido de su actuación. Primero, porque no consiguieron conectar con el escaso público que les estaba observando (como suele pasar, muy pocos quieren y/o pueden ver a los teloneros) y segundo porque el sonido, especialmente en la voz, no fue el mejor de la noche y en varias ocasiones apenas podíamos escuchar la susurrante y melosa voz de Alison. En tercer lugar, y esto ya desde un punto de vista personal, el indie pop que practican los de Bristol no es precisamente mi estilo favorito. Además, parece que al quinteto aún les falta un poco de rodaje y creo que para casi todo el mundo su actuación pasó sin pena ni gloria. Pese a todo, se les veía muy ilusionados de tocar en la ciudad condal y al menos pasaron un buen rato.

Los que no pasaron sin pena ni gloria fueron los siguientes en tocar, Hexvessel. Era la primera vez que los finlandeses actuaban en Barcelona y esa noche supieron convencer a sus fans, pero además ganarse nuevos adeptos. El quinteto, capitaneados por Mat (aka Kvohst), empezaron interpretando “The Tunnel at the End of the Light” de su primer álbum Dawnbearer. Desde el primer tema la voz de Mat conquistó a toda la audiencia ya que el timbre que usa tiene mucha personalidad y está cargado de sentimiento, siendo capaz de ponerte la piel de gallina. Además de su gran voz, Mat dota de gran expresionismo a su actuación, dándonos cuenta del gran sentimiento con el que interpreta su música.

Pero el mérito de su éxito no es solo suyo, ya que el resto de miembros (o sus Death Magicians como les llama él) hacen un papel muy importante en la banda. Se nota que son más que simples compañeros de banda, las sonrisas y miradas de complicidad estuvieron presentes en todo momento. Mención especial para Kimmo, que pasaba de ser trompetista a teclista e incluso violinista. Con el violín se lució especialmente a la hora de interpretar “Sacred Marriage” de su No Holier Temple, del cual también tocarían “His Portal Tomb” o la extensa y magistral “Unseen Sun”.

Personalmente su actuación se me hizo muy corta, ya que 45 minutos sumergida en los bosques fineses no fueron suficiente y desgraciadamente su actuación llegaba a su fin con “Woman of Salem”, un cover de Yoko Ono. Es increíble como han conseguido transformar este tema en uno de los favoritos de la audiencia, ya que a priori Yoko Ono no parece ser la gran favorita del público (cosas de que el público se preocupe más por la prensa amarilla que por la propia música en sí). Una pena que no pudieran contar con voz femenina para este tour, ya que el dueto de voz femenina/masculina con Mat resulta increíble. Me faltó que tocaran algo más del Dawnbearer, especialmente “I am the Ritual” e “Invocation Summoning”, pero me quedo con el hecho de presenciar una de las mejores actuaciones del año (¡y justo lo acabamos de empezar!) y con la esperanza de ver pronto a estos magos.

Llegaba el turno de los cabezas de cartel y la razón principal por la cual casi todos estábamos allí congregados. Con una sala ahora ya más llena, Alcest entraban en escena mientras sonaba “Wings” de fondo. Y tal y como comienza su último larga duración Shelter, empezaban los franceses su actuación siguiendo con “Opale”. Este tema fue la primera toma de contacto que tuvimos con el nuevo disco y he de ser sincera, no me dio una buena primera impresión. Y pese a lo que todos puedan pensar, no es por el cambio de estilo. El resto del disco está muy bien, pero esta canción no consigue transmitirme absolutamente nada, ni felicidad, ni nostalgia, ni melancolía… nada. Afortunadamente es la única oveja negra del disco y por consecuente del repertorio que interpretaron el jueves.

Neige se mostraba bastante agradecido, algo menos tímido que en otras ocasiones e incluso dejando escapar alguna sonrisilla, pero creo que en el fondo se esperaba más público. Siguieron con “Summer’s Glory” de su anterior trabajo Les Voyages de l’Âme, con Zero haciendo los coros como de costumbre (con un registro muy poco varonil, todo sea dicho). La tranquilidad y paz que proporciona esta canción, quedó muy bien acompañada por “L’Eveil des Muses”, uno de mis cortes favoritos de su último álbum. Pero no fue hasta que empezaron los primeros acordes de “Là Où Naissent les Couleurs Nouvelles” que la audiencia reaccionó y por fin parecía que estaban disfrutando del concierto, siendo esta la primera ocasión de la noche en que Neige hacía amago de las voces más extremas.

Fue curioso ver a Winterhalter tocando los temas del último disco en el que en ocasiones parecía que le añadía algo más de fuerza, marcando una leve diferencia con la versión en estudio. Tras “Voix Sereines” y “Shelter” tocaron “Beings of Light”, en la que Winterhalter dio rienda suelta a sus posibilidades con una longeva ráfaga de blast beats.  Para contrarrestar toda la energía derrochada por los cuatro integrantes, interpretaban la tranquila “Sur l’Océan Couleur de Fer” para luego dar paso al triunvirato por excelencia de la noche: “Autre Temps”, “Percées de Lumière” y “Souvenirs d’un Autre Monde”, siendo ésta última la única representante del primer redondo de la banda.

Alcest se despedían de nosotros con un final que a priori parecía inmejorable, pero aún tenían un as bajo la manga y volvieron para deleitarnos con “Délivrance”, el tema que creo que mejor representa esa esencia que es Alcest y que nada tiene que ver con el tipo de registro vocal o el género musical. Un broche de oro para una actuación de oro, donde cada miembro iba saliendo de escena hasta dejar a Neige solo haciendo arreglos con su guitarra. Sin duda un gran concierto en el que muchos descubrieron la genialidad de Mat y otros salieron con una sonrisa de oreja a oreja porque Neige, una vez más, había sabido transportarles a ese mundo del que tanto le gusta hablar.

Crónica y fotos: Xell