El pasado miércoles la Semana Negra de Gijón nos regaló en su programación el regreso de Mala Reputación a Gijón para presentar "El Arte de la Guerra" y obviamente nosotros no nos lo perdimos.

¡Aquí va la crónica de FelipeSM!

 

 

En el habitual tedio veraniego gijonés en cuanto a conciertos se refiere (excepto la honrosa excepción del Tsunami Xixón de este año) la Semana Negra suele aparecer en el horizonte como un oasis con olor a comida y corazón de certamen literario. Nombres como Avalanch, Darksun, Crudo, La Destilería, Hamlet o Def Con Dos han ido desfilando por el escenario central del certamen ubicado ahora en los terrenos de Naval Xixón.

Uno de los regalos (del otro os hablaremos pronto) de la Semana Negra en este año fue la presencia de Mala Reputación el miércoles 13 de julio en el escenario central. Ocasión ideal para presentar su genial último disco “El Arte de la Guerra”. Pasaban las diez y media de la noche cuando Daviz, Kiko, Michi y Juan salían a escena. “Ríndete” hacía presagiar una noche enfocada en los últimos años de la banda, pero para calmar los ánimos seguidamente el grupo de Cangues D’Onis disparó “Para que Jueguen los Gatos” y “Benditos Juegos”. En ese momento ya teníamos todos claro lo que nos esperaba, buen sonido (exceptuando algún acople y pérdida de fuerza en las guitarras en algún tema), una iluminación a la altura del show (algo raro de ver en eventos así) y una banda muy motivada con su retorno a Xixón, dispuesta a dejar el listón muy alto con una compilación de grandes himnos y temas de su último trabajo que pronto se convertirán en temas.

En un recinto repleto de público, fueron cayendo temas como “10.000 Km” cantado por Juan, “Mi Fusil” dedicada a los grupos que siguen en la brecha, la coreadísima “Polvo en el Viento” iniciada por Michi y enlazada con “Ansiedad” (bendita locura en los pogos) o “Efecto Causa” con Kiko como protagonista inicial.
Las sensaciones eran buenas, qué diantres, muy buenas. Y el público parecía disfrutar cantando cada tema a lado de un gran número músicos de bandas como Desakato, Insolenzia, Origen… Qué buenas colaboraciones nos perdimos…

El concierto fluía sobre ruedas, con Daviz motivando al respetable con cada palabra que a él dirigía y repartiendo las labores vocales con Juan y Kiko, y con Michi apoyando en coros e hiper comunicativo con las primeras filas a pesar de la lejanía por culpa del tamaño del foso. Estaba siendo como digo un buen concierto y de pronto Daviz anunciaba la presencia de Rigu Suárez y Jorge Ibáñez en el escenario. Los músicos de Corquiéu comenzaron “Sin Atadures”, uniéndose después Mala Reputación. Momento mágico, en el que dos de los géneros musicales más prolíficos de Asturies se dieron nuevamente la mano sobre un escenario.
Cerró la banda por primera vez el concierto y regresó para ejecutar los bises imponiendo su “Fuego” por encima de los decibelios de los pseudo-productos “musicales” que las carpas no dudaron en reproducir en cuanto se paró el concierto quince segundos, en un derroche de respeto por la música en directo.
El caso es que tras ese himno flamígero llegó “Cristal” y “Ceremonia”. Y me vais a permitir la expresión, pero pude vivir este último tema desde el fondo del escenario y fue una puta gozada. Todo el mundo cantando, saltando y silbando. Si algún día los Mala piensan en tirar la toalla, momentos como este harán que desechen la idea al instante.

Concierto de sobresaliente, impecable exceptuando los problemas sonoros comentados. Solo un “pero”, faltaron temas, a mi “By the güei” y “Entrelíneas” por ejemplo; pero quizás no fuera el lugar para ofrecer un concierto de tres horas para contentar en ese sentido a todo el mundo. Mejor algo más de hora y media sin descanso para dejar una sonrisa en nuestras caras.

Han pasado dieciséis años desde la publicación de “Ansiedad” y Mala Reputación no ha parado de sorprendernos favorablemente disco tras disco y concierto a concierto. En los últimos años la banda ha dado un salto de calidad en todos los aspectos y este concierto no hizo más que confirmar su evolución. Los de Cangues se han convertido en un buque insignia del rock patrio y lo han hecho siendo fieles a sí mismos, arriesgando su carrera en un giro estilístico que sin pretenderlo ha resultado ser su mejor jugada.

“Seguimos tallando recuerdos…”

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es