El pasado sábado 20 la sala Sir Laurens de Oviedo vivió una noche de heavy metal de altura con Rage, Firewind, Arenia y Darker Half. Una velada que FelipeSM no quiso perderse.

¿A qué esperáis para leer la crónica?

 

 

Por suerte para nosotros y desgracia para nuestras agendas y bolsillos la escena asturiana de conciertos vive una época dorada en cuanto a cantidad y calidad, aunque muchas veces la respuesta del público no sea acorde. En esa vorágine y nada más comenzar el año, la sala Sir Laurens acogía una de las fechas clave de 2018: una nueva visita de Rage acompañados de Firewind y dos teloneros de excepción, Darker Half y Arenia.

Comenzó la noche con algo de retraso, pero poco importó cuando Arenia salió a escena. El grupo afrontaba su primera gira de larga distancia visitando en un fin de semana Murcia, Madrid y Oviedo y se le veía hipermotivado para esta fecha. Tan solo Fran se mostraba antes del concierto conservador, insinuando que su voz no estaba al 100%... ¡menos mal!
Lo de Arenia fue un conciertazo desde el inicio con “Hades” hasta el final revisando a Iron Maiden. Fran estuvo a un nivel estupendo, bien apoyado por Dizy en los coros y animando al público (unos tres centenares de personas) a meterse en el concierto. El grupo presentó “El Atardecer de los Sueños” acompañado de un gran sonido, destacando la nitidez de los teclados de Raquel y dejó claro que el futuro del power metal asturiano, si no el nacional, pasa por sus canciones.

A continuación llegó el turno de Darker Half. La banda australiana nos presentó los temas de su ep “Classified” y su disco “Never Surrender” en casi una hora de show correcto, con buen sonido, pero que si os soy sincero no me enganchó en absoluto. Sí, el grupo sonó bien, sí, su guitarrista Jimmy toca mucho y sí, consiguieron levantar al público con un pequeño medley de clásicos. Pero os mentiría si no os dijera que mientras avanzaba su concierto yo solo pensaba en lo que estaba por venir.
Heavy metal con aires power bien ejecutado en una receta de sobra conocida por estos lares. Posiblemente liberar a su frontman de sus labores de guitarrista les ayudase a lograr un mayor impacto en directo.

Pasadas las diez y media de la noche salía a escena Firewind. Y aquí quiero hacer un inciso, pues algún día nos daremos cuenta del privilegio que fue tener a Gus G. al alcance de la mano en Oviedo y eso que cada vez que el guitarrista se acercaba a las primeras filas se apagaban las luces del escenario (gracias).
El concierto fue soberbio, la banda salió a por todas con “Ode to Leonidas” y un Henning Basse dispuesto a llevarse a toda la sala al bolsillo. Y vaya si lo hizo. Master class de cómo debe ser un vocalista de heavy metal mientras a su derecha Gus G. dejaba claro que no se llega a ser guitarrista de Ozzy por casualidad. El final del concierto con el guitarrista entre el público de Sir Laurens quedará en el recuerdo de muchos.
Fue tan solo una hora de show en la que disfrutamos de temas como “We Defy”, “War of Ages”, “Mercenary Man”, “Few Against Many” o “Fire & Fury” en la que Gus G. y Bob Katsionis se enzarzaron en una lucha entre guitarras y teclados.
Podría rellenar líneas y líneas con adjetivos positivos acerca de este concierto, pero lo intentaré resumir en dos palabras: “privilegio” y “repetir”.

La noche a estas alturas ya estaba siendo mágica y cuando el reloj marcaba medianoche aparecían en escena las huestes de Peavy Wagner. Casi habituales de los escenarios asturianos, Rage nunca fallan y su formación actual tiene una compenetración especial. La banda sonó muy compacta y se vio a los músicos disfrutando en todo momento, sobre todo a Marcos, quien conecta desde el primer acorde con el público español.
Sonando como una apisonadora, Rage nos ofreció un repertorio en el que no faltaron temas de último disco “Seasons of the Black” pero cuya base fueron los grandes clásicos de la banda: “My Way”, “Straight to Hell”, “Don’t Fear the Winter” o “Higher than the Sky”. Un set list muy bien elegido, que tuvo bastantes paralelismos con el elegido en su última visita a Oviedo hará un año, pero que dejó a todo el mundo contento. Porque sí, quizás el trío teutón haya visitado seis o siete veces ya Asturies, pero parece que el público asturiano no tiene pensado fallarle al bueno de Peavy.

Tremenda noche de heavy metal la disfrutada en la sala Sir Laurens, noche para recordar y que pone el listón muy alto para el resto del año. Solo queda agradecer a Pólvora Producciones por apostar por Asturies para esta gira, a pesar de todos los riesgos que ello podría entrañar.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es