El pasado sábado día 14 la sala Infinity de Palencia acogió una noche muy especial con tres grupazos de la escena metalera nacional. Allí se dieron cita Dünedain, Sylvania y Argion, una prometedora combinación que Luis Martin y Lucía Barcenilla no se quisieron perder.

¡No os perdáis vosotr@s la crónica de la cita!

El power metal tenía una cita con sus fieles el pasado 14 de mayo en la sala Infinity de Palencia, donde se presentaban juntos en la misma noche Dünedain, en su primera visita a la ciudad, bien acompañados por Sylvania y Argion. Un concierto del cual había ganas no solo por lo atractivo del cartel, sino porque estaba programado en enero y tuvo que ser aplazado por el covid que cogió Carlos de Dünedain. Por suerte, y aunque esta vez tampoco estuvimos exentos de ausencias por la enfermedad, el evento pudo llevarse a cabo.

Unos quince minutos más tarde sobre la hora programada, Argion daban el pistoletazo de salida a la noche con un “buenas noches Palencia” que nos dejó sordos mientras sonaba por altavoces la intro de su disco “Tiempo de héroes”, que venían a presentar y tocaron íntegramente. Siguiendo el orden del disco en el principio del concierto, las primeras que nos presentaron fueron “Águila de sangre”, un buen tema para empezar, “Tierra prometida” y “Reino del terror”, que es sin duda una de mis preferidas y que sonó muy bien. El sonido de la banda no fue malo, y me gustó desde el minuto 1 la labor a los coros de Pablo, guitarrista rítmico, quién además le da mucho dinamismo a la banda moviéndose, saltando e interactuando con el público.

Tocar los primeros siempre es el trabajo más difícil, pues hay que lidiar con un público inicialmente frío y tu trabajo es levantar el panorama como sea, y la verdad es que Argion lo hicieron muy bien. Ayudó en ello la versión de “Melina” de Camilo Sesto, que me gusta mucho cómo la hacen. Continuaron presentando su disco acordándose de su tierra con “Asturorum” y bajando las revoluciones con “Lamento de un adiós”. A continuación, nos sorprendieron con una versión de la primera parte de “La canción del pirata” de Tierra Santa, coreadísima como no podía ser diferente. Cerraron su show con “Soldado errante”, “Corazón de león” y la intensidad de “Sobre el mar”, otro de sus temas más interesantes. Argion estuvieron muy bien en Palencia, poco que reprocharles.

Los siguientes en aparecer fueron Sylvania, que se presentaron sin ningún telón ni elemento decorativo del escenario, aunque no sería esa su ausencia más importante, y es que salieron a tocar sin bajista, positivo en covid y por lo tanto ausente. Pese a esto, la banda decidió tirar para adelante y sacar el show como fuese. La principal novedad de Sylvania es su reciente cambio de vocalista y había que ver cómo se las gastaba Alberto Symon, y es que la baja de Alfonso es muy sensible. Pues hay que decir que Alberto lo hizo bastante bien, aunque quizás no llega con tanta facilidad a algunos tonos y aún lleva poco tiempo en la banda para ajustar algunas cosas, su actuación fue buena en general.

Con un sonido bastante embarullado que se repetiría en otros temas más adelante, Sylvania comenzó su actuación con “Reino de los sueños”, “Transylvania” y “La princesa prometida”, una de esas composiciones del grupo con aire de himno y muy buen estribillo. Otros temas que sonaron fueron “Finis templarii”, “Testigo de las estrellas”, “Luna quebrada” y “Lazos de sangre”, que me encantó cómo sonó, y sin duda donde mejor vi a Symon en todo el concierto, de lo mejor de su concierto sin duda. Tras dar las gracias, su guitarrista Alberto presentó la canción a la que le deben la mitad de su carrera, que no podía ser otra que “Vivo en tu memoria”. Con este temazo se despidieron en un show que sin duda no tenía las condiciones ideales para ellos, pero que sacaron adelante con solvencia y buenos temas. Lo que sí eché en falta en su actuación fue algo más de interacción con los presentes en la sala, se veía a los componentes demasiado estáticos en sus posiciones.

Ahora sí, era turno del plato fuerte de la noche, los abulenses Dünedain, que venían por primera vez a Palencia, metidos en su gira de presentación de su último disco “Memento mori”, salido al mercado hace ya dos años. He visto muchas veces a Dünedain en directo, y llega un momento en que a uno se le terminan los elogios para definir esta banda. Son una máquina perfecta de hacer temazos y en directo es uno de los grupos que más te van a hacer disfrutar, jamás los he visto en un día malo, especialmente desde que Carlos entró a la formación. Lo de este señor no es normal, qué manera de cantar, de no parar y esa potencia y capacidad vocal que no tiene nadie más que él. Yo le oigo cantar en directo y lo único que me sale es resoplar, me rindo ya con él. Es el número 1.

En cuanto al repertorio, pues calcado a lo que vienen tocando desde que sacaron “Memento mori”. Comenzaron con “A un paso del cielo”, que te pone a brincar al primer acorde y “El viento de la batalla”, donde Carlos se desgañita, y “Legado” de un tirón. Tras las primeras palabras, suena “Vuela”, que pone patas arriba la sala, “Memento mori”, que también funciona a la perfección y la preciosa “Eterno”, con las voces muy repartidas entre Tony y Carlos. Me pregunto cuando esta gente saque otro disco, ¿qué van a quitar del set list? Si es que no se puede sacar nada, van temazo detrás de temazo.

Siguiendo con el repaso de sus dos últimos trabajos, sonaron “Bola de cristal”, “Hechizo” y “Unidos”, ésta última con ese grito de “lucharé” que sube la epicidad hasta las nubes, ¡qué momentazo es siempre! Me gusta recordar también el buen rollo que le da Alberto a la actuación, otro que no para de moverse y sonreír, dejando a Tony y Mariano ser la parte más tranquila y estática. A continuación, “1000 golpes” cae como un martillo machacón con ese riff con el que no hay nadie que deje la cabeza quieta, “Una razón” y “Fiel a mi libertad”, que nos empiezan a decir que va llegando el final y por tanto es hora de algunos de sus temas más antiguos. “Tu sueño” tampoco puede faltar porque funciona de 10 y para terminar, como siempre, “Por los siglos de los siglos” y “Corazón de invierno”, que me sigue pareciendo la mejor canción de toda su discografía, y única representante de aquel “Mágica”.

Así se termina otro concierto excelente de Dünedain, dejando a todos con la felicidad en el cuerpo de regreso a casa habiendo vivido una gran noche de metal que esperamos se repita muchas veces más.

Crónica: Luis Martin

Fotos: Lucía Barcenilla