El pasado sábado disfrutamos de la primera edición del M.O.M. Fest en Mieres, con Burning, Barón Rojo, Manel Fuentes, Black Beans y Hammercross componiendo su cartel.

¡Una cita que FelipeSM no quiso perderse!

 

 

Mítines políticos, campeonatos deportivos, Abraham Mateo… hacía bastante tiempo que el patio del Liceo Mierense no disfrutaba de una noche de música en directo. ¿Y qué mejor forma que regresar al citado emplazamiento que con un cartel de excepción y en plenas fiestas patronales?

Acumulada cerca de una hora de retraso sobre el horario previsto, abría la noche Black Beans. La primera de las dos bandas locales de la cita salió a por todas aún sin haber probado sonido más allá de un chequeo rápido de volúmenes. Y podemos decir que el trío capitaneado por Michell salió victorioso del envite. Black Beans ofreció media hora de rock americano con aires sureños, sin complejos, con mucha clase y un sonido estupendo que les sirvió para meterse en el bolsillo a más de uno del centenar de asistentes que en esos momentos plasmaban el recinto.
Mientras la banda descargaba temas como “Flaka”, “Less is more”, “Rock ‘n Roll” o “Foot on Fire”, disfrutamos de un Michell entusiasta que consiguió incluso hacer cantar al público. Tras él, Kay pasaba sobre nuestras cabezas como una apisonadora y a su izquierda César completaba la formación dando ese toque final a la banda y llenando con él los huecos que la guitarra de Michell dejaba. Quizás el trío se mostró un poco frío en los primeros compases, pero para cuando encaró el final del concierto el grupo ya era un torbellino imparable. Lástima que solo pudiéramos disfrutar media hora.

Llegaba el turno de la segunda banda local, Hammercross. Tenía muchas ganas de ver a este cuarteto, pues me confieso asiduo oyente de su disco “A Tope”. Sin embargo no fue su día, la banda sufrió de diversos problemas técnicos que lastraron y de qué manera su show. Hammercross lo intentó, luchó y se repuso a los problemas con los cables, y el bajo sonido de la voz de Luque, pero en ningún momento se vio al cuarteto 100% a gusto.
No obstante, cuando el grupo atacó con “A Tope Celso”, “Suicida” y “Cien Años Más” vislumbramos la naturaleza del combo. Una banda enérgica, rabiosa, capaz de poner patas arriba un escenario con un par de temas. Como decía, no fue el día, pero sin duda hay que valorar muy positivamente la tenacidad del cuarteto para sacar adelante un concierto que se les puso muy cuesta arriba.

Corrían las diez y media de la noche cuando tras unos interminables chequeos de micro y amplificador salía a escena Barón Rojo. Y con el grupo de los hermanos De Castro me pasó lo de siempre: uno sabe todo lo que va a pasar, en ningún momento se ofrece nada nuevo, Carlos apenas tiene voz ya, Rafa y Ángel parecen estar solo para cumplir y es Armando el encargado de llevarse el grupo a las espaldas… a priori todo pinta a un concierto mediocre, pero claro, de repente suenan “Incomunicación”, “Cuerdas de Acero” o “Hijos de Caín”… y es imposible no caer en las redes del Barón. Y es que eso es lo que le queda al mítico grupo, energía a raudales por parte de Armando de Castro y temas, más bien himnos que hacen que tus piernas bailen solas, tus brazos se alcen y sin previo aviso te veas cantando “Los Rockeros van al Infierno”.
Treinta y seis años en la carretera, cuando hace 10 muchos pensábamos que su hora ya había llegado… sin embargo parece que el Barón aún tiene combustible para un vuelo más…

Llegados a este punto, me temía lo peor cuando Burning saltó al escenario comandada por Johnny Cifuentes. Sin embargo, el incombustible pianista/vocalista demostró tener aún cuerda para rato y sobre todo saber rodearse de músicos de un nivel envidiable. El líder del combo se erigió el centro de los focos mientras Nico Álvarez a la guitarra y Miguel Slingluff al saxo daban un tremendo recital. Si a eso le sumas un sonido estupendo (aunque el teclado quizás sonaba un poco bajo), un público volcado y temas como “Mueve tus Caderas”, “Esto es un Atraco”, “Mujer Fatal, “Es Especial” o “Como un Huracán” el resultado no puede ser más que sobresaliente.
Fue un viaje al pasado, exceptuando algún temas de “los nuevos Burning”, en el que Johnny, bastantes inspirado en labores vocales, supo guiarnos hasta llegar a buen puerto.
Lo reconozco, esperaba poco o nada de Burning y me llevé una grata sorpresa, a día de hoy volvería a verlos en concierto sin dudarlo. Y sin duda el cerca de medio millar de asistentes tampoco pondría muchos reparos.

El final de fiesta corría a cargo de Manel Fuentes & The Spring’s Team, el proyecto tributo a The Boss del conocido presentador televisivo. Y si os soy sincero, hubiera preferido poder disfrutar más y en mejores condiciones de los dos primeros grupos. No me malinterpretéis, Manel Fuentes canta bastante bien y tiene muy estudiado a Bruce, los músicos que le acompañan tienen un nivel que ya quisieran muchas bandas, pero al igual que me ocurre con otras bandas tributo, me faltó pasión, faltó actitud y eso para mí lo es todo.
Si debo reconocer que la banda se llevó al público al bolsillo en tan solo dos temas, “Highway to Hell” para calentar y “Born to Run” para arrancar el repertorio de éxitos del de Nueva Jersey.
En definitiva, un broche final solo apto para amantes de este fenómeno/plaga conocido como bandas tributo.

La primera edición del MOM Fest dejó un sabor agridulce, tristes por el show de Hammercross, tibios por Barón Rojo y Manel Fuentes & The Spring’s Team, pero encantados con la labor de Burning y Black Beans, para mí, indudables vencedores de la cita.
Solo queda ahora, desear que el Ayuntamiento de Mieres continúe dando alas en años venideros a esta iniciativa y se anime a apoyar otras tantas necesarias para promover la diversidad cultural en la cuenca del Caudal.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es