Si hay un festival que crece a pasos agigantados ese es el Rock Imperium de Cartagena. Tras el éxito de su primera edición, tuvimos el placer de poder disfrutar del festival murciano, que dio comienzo el 23 de junio en una jornada muy power con grupos como Helloween, Stratovarius, Blind Guardian, Saratoga, Leo Jiménez, Headon, MELT4, Evergrey, Steve ´n´ Seagulls, Fixation y Jolly Joker.

¡Aquí os dejamos la crónica de Luis Martin!


En la temporada de festivales a pleno rendimiento llegaba a Cartagena la segunda edición, primera para mí, del Rock Imperium, un festival que respecto al año pasado ha aumentado su duración a tres días y duplicado su aforo y ha conseguido una venta de entradas que roza el sold out, lo que confirma el crecimiento que la organización quería. Los escenarios principales están en el Parque del Batel, un gran parque de césped que además va cuesta abajo según te acercas a los escenarios, lo que es un puntazo para poder ver los conciertos bien desde cualquier sitio sin que te tapen. A los laterales de recinto se encuentran baños, barras (además de otra muy grande en el centro detrás de la torre de sonido), merchandising (con unos precios que se nos ha ido completamente de las manos, por cierto), tomas de agua potable, importantísimas para el calor, y una carpa de firmas por donde pasaron algunos de los grupos.

Como novedad, este año se ha instalado una escalera que permite acceder al tercer escenario, mucho más pequeño, situado al lado de la plaza de toros, al que se llega andando en unos 5 minutos y cuenta con otra barra, más baños y zona de restauración con food trucks. El punto fuerte de este escenario es la carpa instalada que da sombra al público, que se agradece mucho y no se puede disfrutar en los escenarios principales.  La verdad es que salvo la ausencia de sombra, el recinto es un lujo y está muy bien organizado, con mucho personal de control y limpieza. Me gustaría destacar los baños, separativos de hombres y mujeres y con personal permanentemente limpiándolos. Rock Imperium está aquí un par de pasos por delante de otros festivales, demostrando que se pueden tener baños químicos portátiles limpios, sin tener que aguantar el aire para poder usarlos desde el primer día. Un ejemplo a seguir.

Quizás el punto más débil sea el aparcamiento. Si bien la organización y el Ayuntamiento han puesto un parking para el festival, éste está demasiado lejos del recinto y tienes que ir en autobús (también de la organización) que tiene una frecuencia de 20 minutos, lo que se hace muy pesado y provoca que se intente buscar otras alternativas más cercanas y sea un poco odisea encontrar sitio si no vas a primera hora.

Cuando llegué al recinto, estaba Jolly Joker saliendo al escenario para inaugurar la jornada más heavy del festival. El calor era muy importante, a las dos de la tarde en el levante español no hace muy bueno precisamente, y los que estaban ya dentro buscaban las pocas sombras que había. Ya que les había visto dos semanas atrás en el Z! Live, aproveché para hacer paseo de reconocimiento por el recinto, mientras sonaban "Rockin´ in stereo", "Hey you" o "I don´t care". Me gustaron más que la vez anterior, sonaron muy bien, potentes y conecté más con ellos. El buen sonido en los escenarios principales es algo que se repetiría durante todo el festival, no vi ninguna banda con problemas serios, y en general sonó muy bien.

Leo Jiménez estrenaba el escenario Cartagena con "Grande", de Stravaganzza. Pese a la hora temprana, había ya mucha gente para ver a Leo. Lo primero que me preguntaba era cómo estaría de voz, ya que ha atravesado una operación y muchas dificultades hace poco tiempo, y aunque Carlos Expósito y Cristian hacen un apoyo muy importante (especialmente este segundo en las voces agudas), me agradó verlo mucho mejor que el año pasado, con confianza y capacidad en tonos más altos. En su repertorio tiró de su material en solitario como "Un mundo loco" o "Del amor al odio" y de la etapa de 037 con "Condenado" y "Tu vida entera". También contó con la colaboración de Korpa en "Mesías" y "Ballena negra", temas a mi gusto prescindibles y nos presentó "Cielo e infierno", su última canción dedicada a su hijo. Buen concierto de Leo, aunque no lo vi terminar porque tocaba hacer incursión al tercer escenario.

Tenía muchas ganas de ver por primera vez a Headon, una banda murciana que me parece de lo más interesante en el panorama actualmente y que espero crezcan mucho en los próximos años. Por unos problemas técnicos empezaron unos minutos tarde de la hora anunciada, lo que les hizo tener que ajustar el set. Además, no tuvieron un sonido especialmente bueno, sobre todo porque la batería estaba a un volumen altísimo. Comenzaron con "Másara", de su último disco "Éxodo", del cual presentaron unas cuantas canciones como "Canto de sirena", con su bajista Sergio a los guturales, "Constantine", muy coreada o "Libérate", con la que cerraron el concierto. También hubo rato para recordar ese discazo "Génesis" con "Fuego", "Sombras" y "Asphyxia", mi tema favorito que sonó espectacular, con un Andy reservándose en algunas de las partes más difíciles, aunque en el último estribillo lo dejó todo y demostró que su garganta es privilegiada, es impresionante el derroche que puede hacer. Creo que nos dejó a todos con la boca abierta. Muy bien Headon.

Bajando de nuevo al parque pude ver el final de la actuación de Evergrey, que no lo tuvieron fácil, pues perdieron su equipo y maletas en el viaje en avión y estaban tocando con instrumentos prestados, hecho comentado con simpatía por Tom Englund, que se lo tomó con humor y decía que estaba tocando con la misma ropa con la que ha dormido y con la misma que irá a firmar, porque no tenía más. Tras el "agradecimiento" a Lufthansa, atacaron con "A touch of blessing" y "King of errors" para despedirse de público.

Me chocó mucho el horario de Steve ´n´ Seagulls. Siempre le doy más crédito a las bandas con material propio y siendo prácticamente una banda de versiones, me hubieran pegado más o al principio o al final del día, pero allí salieron los finlandeses vestidos de granjeros con sus banjos con "Master of puppets" de Metallica. Gustaron y son simpáticos, aunque a mí personalmente tampoco me aportaron demasiado. "The trooper", "Seek and destroy", "Over the hills and far away" o "Thunderstruck" están muy escuchadas y preferí subir de nuevo al escenario pequeño.

Allí, los japoneses MELT4 la estaban liando parda. No los conocía de nada, pero dieron un concierto muy intenso y la gente se lo pasó en grande, haciendo pogos y moviéndose mucho. MELT4 hacen thrash metal tipo Metallica cantando en japonés pero con algunas partes más melódicas. Son jóvenes y tienen una presencia potente, cada uno con una estética diferente pero sin parecer que van descoordinados en ese aspecto. Se mostraron muy agradecidos y muy simpáticos y la gente lo disfrutó. Me sorprendieron para bien, buen descubrimiento.

Me quedé en el escenario Festivales Región de Murcia a ver a los noruegos Fixation, otra banda joven que se presentaron con un batería sustituto, Fredrik Kasin, supliendo a Ola Donnem y con sólo un guitarrista, ya que Tobias Osterdal tampoco pudo estar. Fixation es una banda de lo que se podría llamar metal alternativo, que es el saco donde metes lo que no te cuadra en otro sitio. Combinan bastantes géneros, me recordaron a Rage Against the Machine pero con otros elementos de metalcore, sintetizadores, partes suaves… Hay de todo. Me gustó su concierto, aunque terminaron pronto y desaprovecharon diez minutos en los que se podría haber metido una canción más por lo menos. Lo que más me gustó, la final "What we have done", que tiene muchas líneas vocales suaves que contrastan con la intensidad de la música.

Tras Fixation, tocaba ver a Saratoga una vez más con su set habitual. Los vi solo una semana antes, por lo que preferí quedarme al show entero de Fixation y cuando llegué, los de Niko y Jero estaban ya por "A sangre y fuego". Anteriormente tocaron "Vientos de guerra" con Leo Jiménez, que me hubiera gustado ver, pero no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo. "Las puertas del cielo" sonó muy vacía porque la guitarra de Jero se perdió durante media canción, y a partir de ahí, todo clásicos. "Mi ciudad", "Si amaneciera", "Como el viento", "Perro traidor" y "Resurrección" sonaron antes muchos miles de personas que llenaban ya el recinto, con un Tete a su nivel espectacular habitual, lanzándose al público y e incluso mojándolos con la manguera que utiliza el personal del festival para refrescar a los que aguantan bajo el sol a primeras horas. Saratoga normalmente son un valor seguro y no defraudan y en grandes citas como esta se crecen. Aunque me gustaría que sacaran material nuevo y renovaran un poco el set, para festivales es perfecto.

Los platos más gordos del día venían con fuerza y Blind Guardian, una banda queridísima en nuestro país, apareció por el escenario para brindar un concierto planteado para no fallar, con un set lleno de clásicos y canciones que todo el mundo conoce. "Imaginations from the other side" y "Welcome to dying" fueron las primeras, seguidas de "Nightfall" y "The script for my requiem". Los que ya han visto a los alemanes saben cómo es un concierto suyo, en escena no son los más animados ni preparan un show especial, se centran en la música. Hansi habla, presenta un tema y lo tocan, así de simple, hasta el final. Y con eso les vale, porque suenan perfectos.

La única licencia que se permitieron de su último disco fue "The violent shadows" y no faltaron "The lord of the rings", "Time stands still at the iron Hill", "Ashes to ashes", "Traveller in time", "Majesty", y, por supuesto, el momento mágico de "The bards song" donde Hansi se dedica a escuchar al público y las dos finales de siempre, "Valhalla", donde se canta el estribillo hasta la saciedad y "Mirror mirror". Muy sólidos Blind Guardian, que apuntaron a ganar y lo consiguieron.

El primer grupo que gozaría de tocar por la noche sería el más esperado del día, unos Helloween que tenían dos horas de espectáculo que ofrecer ante un recinto abarrotado. El show fue exactamente igual que el que dieron en el Z! Live dos semanas atrás, punto por punto y coma por coma, y claro, el resultado fue igual de bueno. Con un sonido perfecto salieron con "Skyfall", que es una carta perfecta de presentación de los tres cantantes, seguida de "Eagle fly free" defendida por Kiske y donde empieza la rotación de cantantes. A Andi le tocan "Mass polution", "Power" y Kiske responde con "Future world" y "Save us". Tras ellos, turno para recordar el "Walls of Jericho" con Hansen y su medley de "Metal invaders", "Victim of fate", "Gorgar" y "Ride the sky", seguidas de "Heavy metal is the law". Un cuarto de hora de speed metal sin paliativos.

El show de Helloween es tan dinámico que me volvió a pasar lo mismo que dos semanas atrás, las dos horas se me hicieron cortísimas. Todos los miembros de la banda se reparten el protagonismo y los descansos (o casi todos, porque yo creo que Sascha no descansa una). De la caña de Hansen se pasa al momento balada con "Forever and one", a partir del cual Deris y Kiske ya están juntos en el escenario hasta el final, exceptuando un "Perfect gentleman" que siempre funciona bien. "Best time" y "Dr Stein" son muy ligeras, al contrario de una impresionante "How many tears", en cuyo estribillo diría que Kiske tiene alguna voz de apoyo, igual que en "Keeper of the seven keys", ese grito infernal que tiene yo creo que no es del todo en directo. Esto no quita para que estuviera a un nivel muy alto todo el concierto, igual que Deris y Hansen. "I want out" puso el broche final con lluvia de globos y confeti a otro concierto espectacular de los alemanes, los grandes ganadores de la jornada.

Si los amantes del power metal estaban contentos, seguirían estándolo porque cerraba el día Stratovarius, una banda que está en un buen momento y se notan revitalizados. Les vi sonando muy bien y con Timo Kotipelto también en muy buen estado. Comenzaron con "Survive", seguidas de dos muy conocidas como "Eagleheart" y "Speed of light". Stratovarius no quiere vivir solo de las rentas y quisieron tocar temas nuevos de su último disco, aunque quizás se pasaron un poco. A parte de la inicial, tocaron "Broken", "Frozen in time", "World on fire" y por primera vez en España, "Glory days". Además, las metieron todas en la parte central del concierto, que se hizo un poco pesado.

Sin embargo, el final me gustó mucho y es cuando la gente empezó a cantar de verdad, especialmente a partir de "Black diamond", que no puede faltar, detrás de la cual vinieron la preciosa balada "Forever", el temazo "Unbreakable" y el clásico final "Hunting high and low", con la que se terminó un gran primer día de festival y seguro que el preferido de los amantes del heavy y del power, ya que las otras dos jornadas estuvieron marcadas por el hard rock. Tocaba descansar y coger fuerzas para lo que venía después.

Crónica: Luis Martín
Fotos: Rock Imperium Festival y Luis Martín