A finales de agosto disfrutamos de un festival muy querido por nosotros, el Rockvera Fest. En el festival asturiano se dieron cita nueve grupazos de la talla de Onza, Free City, Vhäldemar, Sinaia, The Black Panthys Party, Brutalfly, Tribute Against the Machine, La Mørgue y Flashback... ¿nos lo íbamos a perder?

¡Aquí os dejamos la crónica de este gran festival!

"Perdón por el retraso" podría ser el título de esta crónica o del mítico discazo "Chinese Democracy" de los Guns. Pero escribir esta crónica en pleno octubre tiene un sentido y un objetivo, al menos para quien escribe. Y es que en este caos de mundo en el que todo tiene que ser rápido y directo, muchas veces perdemos perspectiva para relatar los hechos y ser capaces de entender la dimensión real de un evento.

El Rockvera Fest 2024 fue un éxito, así sin tapujos. Un año más el festival se lanzó al vacío con el apoyo del Ayuntamiento de Corvera de Asturias junto a un puñado de colaboradores y un cartel repleto de grupos asturianos y estilos variados dentro de la extensa horquilla del rock/metal.

La lluvia llevó al traste la idea inicial de disponer de dos escenarios, un nuevo escenario exterior estaba previsto en los aledaños del Teatro L’Llar, mas cuando The Black Panthys Party salieron a escena a nadie pareció importarle el ajuste de horarios y emplazamientos. Describir un concierto de Los Panthys es tarea casi imposible y más aún entender su concepto dentro de una sesión vermut. Apenas era la una de la tarde y el despiporre, la ironía y el punk salvaje tomaban al asalto el escenario del Rockvera.
Debo reconocer que antes del festival tenía mis dudas sobre la idoneidad de esta combinación, pero cuando un Llar casi repleto coreaba "Noche con Marichalar" tuve que rendirme a la evidencia. Temas como "Colegio de Educación Especial Infanta Elena", "Bic Naranja Escribe Fino, Bic Normal Escribe Amonal" o "Sexo Marianal" hicieron las delicias del respetable, incluso del más joven, que tuvo como especial protagonista a una niña del público que terminó tocando la batería con la banda. 

La siguiente banda de la denominada sesión vermú fue Tribute Against the Machine, la banda tributo asturiana que ya forma parte de la identidad del festival. Su tercer concierto consecutivo en el evento corverano no tuvo un emplazamiento especial como años anteriores (en la puerta del Llar o en el centro de la pista del teatro), pero igualmente la banda supo conectar con un público que abarrotó literalmente el teatro.
La receta de este éxito es tan sencilla de explicar como compleja de llevar a cabo. Por un lado tenemos un horario que favorece la asistencia de las familias, por otro una colección de temazos inigualable  y para el remate cuatro músicos sobre el escenario que disfrutan con cada canción, con la única pretensión de hacer disfrutar al personal con himnos que han marcado a varias generaciones. A estos tres ingredientes solo falta añadir la guinda del pastel: un sonido impecable, tónica de todo el festival gracias a unos técnicos de sonido que le tienen tomada la medida al Llar…
Empieza a ser difícil entender el Rockvera sin Los Tribute, ojalá este vínculo banda-festival-público dure muchos años.

Un parón para reponer fuerzas nos llevaba al segundo asalto del festival, una sesión de tarde que contaría con siete grupos más y que arrancaría a golpe de thrash metal Brutalfly.
Hacía mucho que no veía en directo a los de Diego "Didi" y supusieron una grata sorpresa. El trío no se ha quedado estancado en esa nueva ola de thrash metal español que llevó a unos muchachos de Albacete y a otros de Igualada a triunfar en la escena europea, si no que César, Didi y Andrés enriquecen su sonido con toques de heavy metal clásico, algo de southern y mucho metal progresivo. Una mezcla que configura una propuesta más que interesante y que la banda sabe defender con un directo contundente que solo tiene un único "pero", la poca presencia escénica que ofrece de base un trío cuando se trata de metal. No obstante, si la banda sigue ofreciendo conciertos como el que disfrutamos en el Llar, poco importará este detalle.

En el concierto de Brutalfly hubo un pequeño inciso, y es que la Asociación Monorock se aprovechó un poco de la buena fe de la banda para hacer entrega de un premio honorífico a Rheme Peláez. ¿El motivo? Su labor desinteresada por la música y los más necesitados, con iniciativas como el Raposu Rock cuya próxima edición tendrá lugar el 2 de noviembre en Gijón. 

A continuación llega el turno de La Mørgue, un grupo que un servidor descubrió con la publicación del cartel del festival y que supuso la gran sorpresa del mismo. Su estilo es difícilmente etiquetable, swingcore dice la propia banda, pero lo cierto es que su mezcla de punk, swing, psychobilly, rock y mil referencias más, resultó tan enriquecedora como divertida. Este cóctel musical basa su éxito en una base rítmica muy contundente, unas guitarras con un aire incluso grunge y el diferencial sonido del saxo que dota a la banda de gran personalidad.  A la voz, Reichel me resultó mucho más efectiva que en Ochobre, quizás sea percepción personal, pero la vi mucho más cómoda con los temas de La Mørgue que en el pasado Monorock Fest con los citados, además de muy bien apoyada en los coros.
Temas bailables, divertidos, con letras irreverentes… en resumen, grupazo a seguir.

Eran las ocho de la tarde cuando salía a escena Flashback, una de las principales bandas asturianas abanderadas del punk rock americano de la escuela de los 90’s 00’s. Su concierto fue un chute de energía y eso a pesar de que la banda se presentó en formato cuarteto por motivos personales. Sea como sea, Mawy, Tiby, Josh y Fonci nos ofrecieron un set list repleto de temas coreables como "Contra la Pared", "Cicatrices" o "No te Dejaré Caer", comandados por un frontman que en mi opinión ganas con los temas de esta banda frente a su otro proyecto más desenfadado.
Aunque la banda llegó a acusar la ausencia de Tomi, el público se lo pasó en grande, más aún cuando el bueno de Tiby cerraba el show cantando entre las primeras filas de un respetable que comenzaba a llenar nuevamente el Llar.

Debo reconocer que a partir de este punto llegaban tres bandas a las que tenía muchas ganas de ver por distintos motivos. La primera en aparecer por el escenario del teatro fue Sinaia, a quienes por una cosa u otra nunca había conseguido ver en directo. Y mi primera vez con ellos fue amor a primera vista. El grupo presenta una propuesta de metal alternativo con toques rock e incluso punk, que apuntala sobre un sonido demoledor y mucha presencia escénica. Bueno, y sobre un tremendo vocalista que se deja la piel sobre el escenario y es capaz de cubrir el gran rango vocal que le exige el repertorio del grupo.
En su set list hubo espacio para todo, con temas de sus tres discos como "Declive" y "Sangre y Cal" de "Solo Humanos", "Ojos Cerrados" y "Valiente" de "Presente", "Verbo" (cierre de set por todo lo alto) de su debut homónimo y "Muros" o "Salvaje" de su último EP "Huellas".
Sin duda la banda ofreció un gran concierto y demostró en el Rockvera Fest que son unos de los grupos estatales a seguir. El relevo está asegurado, solo falta que vosotr@s les deis la oportunidad.

Poseedores de uno de los mejores discos de este 2024, los vallisoletanos Free City regresaron a Corvera dos años después para demostrar por qué son una de las bandas del momento en la escena rock nacional. Salieron a escena los de Pablo y Sam bajo un Llar abarrotado, acompañados de un sonido demoledor y con unas primeras filas volcadas con cada tema. Punto curioso este, porque una vez más, dichas filas delanteras presentaban una media de edad mucho menor que en el resto de conciertos. Está claro que el grupo sabe conectar con un público con el que otras bandas no pueden ni soñar.

El suyo fue un gran concierto, con un set-list respeto de temas de ese genial "Ingravidez" como "Caballo Salvaje", "Puntos de Sutura", "Ingravidez", "Laberinto", "Tus Armas" o "Pastillas y Gasolina", aunque se dejasen mi preferida "Odio el Mundo"...
Mas el momento álgido del mismo fue cuando tras acometer la icónica "En este Lado del Fuego", la banda comenzaba "Experimento Esclavo". Os juro que por un momento pasó por mi cabeza lo genial que estaría que Pepo apareciera para colaborar, pero lo descarté porque suponía que el bueno de Pepo no habría preparado nada… Pero la magia surgió en el Rockvera, ante las miradas del grupo Pepo acabó cediendo y echándole valor y una memoria envidiable para las letras nos ofreció uno de los momentos del festival.

Insisto, estamos ante la próxima gran banda del punk-rock estatal, y no me vais a convencer de lo contrario.

Hilando con Pepo, el Martínez "bueno" (no me lo tengas en cuenta Pablo Senator) se encontraba allí para protagonizar el concierto principal del festival. Onza regresaba a los escenarios en el Rockvera Fest y además estrenaba formación y nuevos temas. El hardcore se apoderó del festival gracias a una banda que se antoja un all star del rock asturiano, más aún con el reciente fichaje de Markos Espolita.
Lo cierto es que slogans aparte, el grupo cuajó un gran concierto y el público que abarrotaba el teatro lo disfrutó con creces. Sí, es cierto que hubo detalles a pulir, algo lógico teniendo en cuenta el periodo de inactividad de la banda, pero está claro que Onza ha vuelto con ganas de hacer algo grande.
En su repertorio nos deleitaron con temas de su debut, algún tema nuevo como "Bajar a Segunda" y dos versiones. Una inesperada y muy contundente "Echa a Correr" del mejor grupo de rock de la historia de este país y un glorioso fin de fiesta, gorrito marinero mediante, con la colaboración de Sam de Free City, a cargo de "All my Friends are Dead".
Concierto que nos dejó con ganas de más, sobretodo de escuchar lo que se trae entre manos la banda. La Onza acecha y va a dar mucho de qué hablar.

El cierre del festival corrió a cargo de Vhäldemar. El heavy metal tomó el escenario, suponiendo otro giro estilístico total del festival y la banda vasca no defraudó a su público. La presentación de su último disco "Sanctuary of Death" confirmó que el grupo vive un momento dulce y que este empieza a recoger los frutos de muchos años de trabajo.
Su concierto tuvo para mi dos partes buenas e incluso muy buenas y otra que no terminó de convencerme. Por un lado la banda sonó increíble, por momentos llegué a dudar de si las guitarras de Pedro J. Monge de verdad sonaban en directo, muy cohesionada y demostrando que estamos ante músicos de mucha calidad y con muchos conciertos a sus espaldas. También me gustó mucho la actitud, ese innegociable lema "A Muerte" se ha convertido en bandera del grupo y en mi opinión debería ser un mandamiento básico para toda banda de heavy metal de este país. O sales a por todas al escenario, o no salgas.

¿El punto "malo"? Es que su concierto terminó por descontrolarse en cierta medida. Carlos Escudero se bajó varias veces al público, Jonkol Tera terminó cantando un tema y Pedro encadenaba solo tras solo. Tan solo un sonriente Raúl Serrano y Jandro en la batería parecían mantener la compostura. Sé que me vais a llamar tiquismiquis, pero si la banda hubiera mantenido la intensidad y la velocidad al máximo durante todo el concierto, hubiera sido para mí uno de los grandes directos de heavy metal de este 2024.
Ahora también os digo, no creo que ninguno de los amantes del metal presentes en el Rockvera Fest saliera defraudado del desfile de temazos de la noche. Un cierre de altura para el festival.

Tal y como os adelantaba al inicio de esta crónica, el Rockvera Fest 2024 fue un rotundo éxito. El público llenó el teatro el Llar, la barra del festival ofrecía precios lógicos/normales, las bandas ofrecieron conciertos de gran nivel, el sonido fue exquisito y todo por el módico precio de 0€. Todo un contraste frente al actual circo de festivales/parques temáticos que vive el rock y el metal, demostrando que quizás la esencia de esta música que amamos se encuentre en eventos así y no en cervezas a 10€ mientras ves a la enésima vieja gloria sobre el escenario…

Crónica y fotos: FelipeSM

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