Un nuevo domingo os traemos nuestro "Disco de la Semana", un honor que en esta ocasión recae en "The Congregation", el último trabajo de la banda noruega Leprous.

¡Pasa y disfruta!

 

 

Con "Coal", su anterior disco, Leprous pasaron de ser una promesa, o la otra banda de los músicos de Ihsahn, a convertirse en una realidad del progresivo europeo. Dos años después, los noruegos regresan con "The Congregation", su cuarto álbum de estudio (sin contar "Aeolia" dado que ellos no lo hacen). Un disco que ha despertado una gran expectativa entre los fans del prog y que, tras varias escuchas, dado que es un trabajo que no entra a la primera, parece que justifica el hype creado en torno a él.

El disco lo abre "The Price", ya adelantada como single. Es quizás el tema más simple del disco. No llega a convencer de forma aislada pero gana muchos enteros en el contexto del álbum. Una fórmula bastante repetitiva, ya utilizada otras veces por Leprous, con un gran inicio sincopado de guitarras seguido por un riff en limpio que recuerda a temas como "Restless" del aclamado "Bilateral". En este tema ya destacan dos de las señas de identidad de este trabajo. En primer lugar el inteligente uso de teclados, sólo presentes en las partes realmente necesarias. Y es que Leprous han optado por hacer un disco vacío, sin ornamentos innecesarios, utilizando los teclados para darle fuerza a los temas en partes determinadas. En segundo lugar, "The price" nos regala el primer estribillo memorable del disco. Es realmente meritorio componer estribillos tan pegadizos sin renunciar a la experimentación, y Leprous son unos maestros combinando estos dos elementos.

"Third law" continua con una fórmula de guitarras sincopadas similar a "The price". En este tema brilla especialmente Baard Kolstad a la batería, en el que es su primer disco de estudio con la banda. Hay varios temas en los que se luce, siendo quizás este el más representativo. Einar nos regala otro estribillo coreable y unos "oooh" ya marca de la casa desde que "Foe" abrió el anterior "Coal".

Llega "Rewind", el otro tema adelantado, y que es como la "The valley" de este disco. Un tema con un inicio en el que el protagonista es el teclado y que va creciendo en intensidad. Einar se marca otra interpretación sobresaliente. En apenas un par de escuchas es imposible quitarse la línea de voz de la cabeza. Mención aparte merece el final, con el vocalista totalmente entregado cantando en un registro gutural que recuerda a la colaboración de Ihsahn en "Contaminate me".

Le sigue "The flood", donde Leprous nos muestran su lado más ambiental, muy explotado en este álbum. Una vez más, Einar se lleva la palma. Puede que su voz no sea muy común y tarde en convencer, por melodramática y sobreactuada en ocasiones, pero es la voz perfecta para Leprous y para este disco, y temas como este en que desborda emotividad lo demuestran. La parte central del tema, donde la batería va entrando progresivamente tras un minuto en silencio para acabar de nuevo en teclados es tremenda, y el final por todo lo alto también.

El disco baja un poco el ritmo con dos temas más cortos y directos. El primero de ellos, "Triumphant", es un medio tempo comandado por las guitarras, que hacen un trabajo excelente apoyado por una gran sección rítmica. El tema acaba por explotar con la entrada del teclado, que aporta muchísima fuerza y le da un final hímnico. Sigue "Within my fence", el tema más corto del disco, donde Leprous dejan entrever incluso alguna influencia de Muse. El riff de la estrofa bien podría pasar por uno de los buenos tiempos de los Británicos. Hacia la segunda mitad del tema se le suman percusiones electrónicas, y es que Leprous se atreven con todo. No obstante, posiblemente sean dos de los temas menos destacados del disco.

El primer punto álgido real del álbum llega con "Red", una obra maestra de la ambientación, con unos teclados que pasan de celestiales a futuristas con una facilidad pasmosa y, una vez más, la voz de Einar dándole sentido a todo y un estribillo para cantarlo a gritos. Los dos últimos minutos, cuando entran las guitarras y explota el tema son sencillamente sobrecogedores.

Siguen con "Slave", uno de los temas más ambientales del disco, que queda algo deslucida al encontrarse entre las dos cumbres del álbum. Aquí la batería destaca por su simplicidad e incluso ausencia durante parte del tema. Tiene tanto mérito un tema con una batería tan compleja como "Third law" como este, en el que aparece sólo en los momentos necesarios. Una composición excelente que ayuda con el carácter ambiental del tema, y que culmina en la parte central donde Einar vuelve a demostrar lo mucho que ha mejorado su registro gutural. El estribillo, como siempre, una maravilla llena de dramatismo.

Y si "Red" era el primer punto álgido, "Moon" es la verdadera joya. Voy a repetir una vez más las virtudes de Einar a la voz y los teclados y Baard a la batería porque en este tema firman su obra maestra personal. Uno no sabe si fijarse en el tremendo trabajo de teclados, en los arreglos de batería o en la cuidadísima línea vocal, pero el resultado es quizás uno de los mejores temas de la discografía de Leprous, con un estribillo soberbio como no podía ser de otra forma. Un tema que tarda en entrar, pero una vez se interioriza se convierte en himno. A la altura de sus mejores clásicos.

El disco se acerca a su fin con "Down", un tema que recupera en parte la fórmula de "The price". Guitarras sincopadas, estrofa más lenta y estribillo simple y pegadizo a medio tempo. A estas alturas ya no sorprende, pero sigue convenciendo, y la prueba es que este será otro de los muchos estribillos que no podréis dejar de cantar.

La edición estándar del álbum se cierra con "Lower", un tema casi con carácter de outro, con mucha presencia de teclados y secciones ambientales más lentas que nos llevan al final casi sin darnos cuenta.

La edición especial incluye el bonus track "Pixel", que sigue la fórmula de los temas más directos del disco como "Within my fence". No habría desentonado en el tracklist estándar, pero se entiende su descarte para no darle una duración excesiva.

En definitiva, enorme disco de Leprous, seguramente candidato a disco del año. No sabría decir si es mejor o peor que sus anteriores trabajos, quizás no sea ni una cosa ni la otra. "Tall poppy syndrome" fue su disco más metalero, "Bilateral" el más experimental y "Coal" el que los descubrió ante el gran público. "The congregation" sigue la estela de su predecesor. Es un disco más oscuro, más ambiental y más homogéneo, algo que se echaba en falta en los anteriores trabajos de Leprous. Quizás no convenza de primeras al oyente casual o a los que no les gustó ya "Coal", pero a los fans de todas las etapas de Leprous les encantará.

 

Tracklist:

1. The Price
2. Third Law
3. Rewind
4. The Flood
5. Triumphant
6. Within My Fence
7. Red
8. Slave
9. Moon
10. Down
11. Lower
12. Pixel (bonus track) (5:15)

 

Leprous son:

Einar Solberg - sintetizador/voz
Tor Oddmund Suhrke – guitarra
Øystein Landsverk – guitarra
Baard Kolstad - batería

 

Nota: 9.5/10

Review realizada por JairoDC