Hace unos días veía la luz "Beyond the Red Mirro", el nuevo disco de la banda alemana Blind Guardian. Hoy Ivrael nos presenta los diez temas que componen este lanzamiento en una extensa review que no te dejará indiferente.

¡Descúbre lo nuevo de las huestes de Hansi Kursch!

 

 

Voy a comenzar este análisis recalcando algo que creo, es menester dejar claro antes de entrar en esta epopeya de fantasía sonora. Hacer una crítica de mi grupo favorito es algo que siempre me ha encantado, y de sobra está decir, que Blind Guardian nunca me ha defraudado.

Quizá peque de fan incondicional, pero es así, es ese grupo que incluso su peor redondo es capaz de sacarme una gran sonrisa.

No es necesario reiterar lo esperado que era este "Beyond the Red Mirror", tras casi cinco años de espera desde su genial "At the Edge of Time", y más aún tras las juras de muchos de los miembros del cuarteto, enunciando que este era de lejos su álbum más oscuro, sirviendo como continuación al que sin duda es su disco más aclamado junto a "Nightfall on the Middle Earth", "Imaginations from the Otherside".

He de advertir que es un disco que a la primera no consigue encantar, que a la segunda nos logra interesar, que a la tercera empiezas a disfrutar, y que a la cuarta te acaba por enamorar. Y es que es así como funcionan los bardos, nunca quieren dejar a nadie indiferente, y por supuesto, no se quieren estancar.

Por desgracia o quizá fortuna ya no son esos Blind Guardian de atronadores dobles bombos a 190 bpm, de los riffs speeders y de los estribillos más demoledores del power metal. Y reiteraré a un buen amigo mío que expresó lo siguiente al escuchar esta nueva obra de los teutones:

"Quien diga que Blind Guardian es una banda de power metal del montón, que se compre unas orejas nuevas".

Es una obra que sobrepasa lo esperado, que salta de la inoportuna sorpresa al periplo sonoro de mayor producción que se les ha escuchado en toda su carrera, empatando con el Imaginaerum de Nightwish, y con el Time I de Wintersun, para un servidor los mayores exponentes en calidad sonora de nuestro metal.

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Sin más dilación, dejaos embaucar con paciencia por una amalgama de ampulosidad y épica sin parangón, atravesemos pues este espejo de color carmesí, y disfrutemos de esta nueva historia, que Hansi, Andre, Marcus y Frederik nos desean narrar, esto es "Beyond the Red Mirror".

Cientos de voces corales logran envolvernos en enigmáticas melodías que rezan en sucesivas estrofas "Utopia, Discordia...Dystopia, Discordia", que acaban por desembocar en un torrente de siniestra magia sonora, digna del gran "Imaginations from the Otherside", pues resulta más que obvia la influencia de su álbum más agresivo en estos primeros acordes donde Hansi ya comienza a desgarrar su voz sobre los riffs de Andre, que aún recordándonos a aquel 1998, logra camuflarse en los sonidos más modernos de la banda, sin olvidar por supuesto la violencia que esas nuevas siete cuerdas les otorgan.

Esto es "The Ninth Wave", que quizá sea el corte menos representativo y a la vez sea el que mejor esboce lo que está por venir, pues de la oscuridad pasamos a un estribillo que parece sacado de los cortes más alegres de "Nightfall in Middle Earth", que terminará en el primer recorrido solista de la obra. Un corte progresivo a la vez que estructurado y esquematizado dentro del canon de Blind Guardian, un tema que sorprende tanto como descoloca en su primera escucha, pues no es para nada lo que se espera de un tema de apertura de un disco de los bardos, pero que no deja de sernos familiar. Aún así resulta un tema bastante pegadizo una vez lo has escuchado un par de veces, gracias en parte al juguetón ritmo de Frederik a lo largo del tema y por esos magníficos coros que nos arrullan de principio a final del corte.

Pero como en todo redondo de Blind Guardian, lo novedoso suele atraer a la violencia de su niñez, y "Twilight of the Gods" es claro reflejo de la madurez y del recuerdo de los tiempos más veloces del cuarteto. Pero no por ello se olvidan de esa evolución que han ido sufriendo etapa a etapa, pues la novedosa producción junto a la agresividad de antaño resultan una maravilla musical.

Ya habíamos escuchado este corte como adelanto de esta nueva obra de los chicos de Hansi Kursch, un tema rápido, furioso y tan oscuro como alegre en su estribillo, donde Marcus no deja de golpear sus seis cuerdas sobre los rapidísimos bombos de Emkhe, que sin duda ha hecho uno de los trabajos más imaginativos y complejos desde que milita en la formación teutona. Un corte completo y que enloquecerá tanto a los seguidores más longevos de la banda como a los más jóvenes, haciendo especial mención de nuevo a Andre Olbrich, que sin duda alguna ha realizado uno de los mejores trabajos solistas desde el genial "Somewhere Far Beyond".

Llegamos a "Prophecies", que comienza entre acústicas atmosferas que desembocaran de forma inesperada en un agresivo riff, el cual logrará transportarnos al comienzo de este genial e impetuoso tema.

Quizá sea un corte del que se espera un puente arrollador y veloz, pero sin embargo, los bardos han querido hacer un medio tiempo cañero y épico, cercano a lo que escuchamos en "At the Edge of Time", incluso con tintes cercanos al fantástico "Nightfall in Middle Earth". Aún así la dinámica no duda en subir en cuanto Frederik acelera sobre los machacones y armónicos riffs de Andre y Marcus, donde el sello oficial de Blind Guardian queda más que impuesto.

A bien seguro "Prophecies" será carne de directo gracias a ese característico estribillo, donde Hansi siempre estará acompañado por una genial coral que nunca dejará de apoyarle en todo el redondo. Fantástico el trabajo vocal de esta nueva obra de los bardos.

"At The Edge of Time", tema homónimo de su anterior trabajo lanzado en 2010. Quizá el nombre engañe, pues tanto un servidor, como todos seguramente, esperéis una clara reminiscencia de este último a lo largo del tema. Si bien es un pensamiento correcto, no es del todo acertado.

Nos volvemos a encontrar con un medio tiempo, esta vez mucho más ampuloso y épico, dejando a un lado la violencia que hasta ahora los bardos habían sabido transmitir en sus seis cuerdas, mostrando a los Blind Guardian más orquestales y experimentales, exhibiendo así la genial producción de la que hacen gala en este nuevo trabajo.

"At the Edge of Time", es un tema épico, apasionante a la vez que algo tedioso en alguna de sus partes. Y con esto no me refiero a que sea un tema aburrido ni mucho menos, pero si bien es cierto que ciertos segmentos del corte son una barbaridad sonora mientras que otros son algo más planos y simples, por así decirlo.

Llegamos al ecuador de esta magnífica obra con "Ashes of Eternity", que sirvió como intro de la multitud de video blogs que el cuarteto fue subiendo a medida que la fecha de salida del redondo se acercaba. Un tema que si bien no logra cuajar a la primera escucha debido a ese juguetón y alegre ritmo que despliega Frederik, que luego logra estabilizarse, recordando a uno de los temas más infravalorados de Blind Guardian, "Fly".

Corte extremadamente dinámico, donde incluso tendremos un estribillo tremendamente melódico tras los machacones ataques de Andre y Marcus a sus guitarras, las cuales cobraran especial protagonismo durante el segmento solista. El tema así alcanza su clímax en su recta final, en una nueva sección mucho más machacona donde el cuarteto parecerá bailar sobre la grave y contundente base, finalizando así al más puro estilo "Fly".

Y para los fans más aguerridos de los bardos, llega "The Holy Grail", la clara representación de la parte más veloz del alma musical de Blind Guardian. Un tema que bien podía haber sido extraído del genial "Somewhere Far Beyond". Un torrente de velocidad y riffs sobre la gran cabalgada que despliega Frederik Emkhe, donde Andre dará rienda a su imaginación en la sección solista, digna del redondo anteriormente citado y donde Hansi brillará violento acompañado por unos graves coros que harán las delicias de cada fan en directo.

Recordar los tiempos jóvenes de los bardos sin duda es un acierto tras la innovación de los cortes anteriores, algo que sin duda denota el profundo cariño de Hansi y compañía por sus inicios. Y hablando del frontman de la banda, a lo largo de la obra ha ido demostrándonos una faceta algo más complicada en sus letras, mucho más largas y elaboradas así como sus melodías vocales, algo que si bien sabíamos que era del gusto del teutón, no había explotado hasta tal extremo hasta esta nueva obra.

Llegamos a "The Throne", que sorprende por su duración, pues otra característica de esta nueva obra de los alemanes es lo largo de todos sus temas, exceptuando "Twilight of the Gods" y "Miracle Machine", cortes más cortos del redondo con cuatro y tres minutos respectivamente, superando los demás como mínimo los cinco minutos y medio.

En concreto, este nuevo corte roza los ocho minutos de duración. Un nuevo tema que sigue la estela del medio tiempo orquestal y oscuro a nivel de guitarras, donde Hansi vuelve a estar acompañado por esos coros inconfundibles y casi hermanos de fatigas del frontman de los bardos. Un medio tiempo que sin duda descarga múltiples facetas del combinado teutón, explotando la épica orquestal que han estado enseñándonos durante todo el transcurso de este periplo sonoro, el cual alcanzará su clímax en el dramático y oscuro estribillo, que sin duda se clava en la mente con una única escucha.

Destacar sin duda una sección de las estrofas mucho más frenética a nivel vocal y menos grandilocuente, alzando levemente una dinámica que se mantiene estable entre estrofas y estribillos, algo que hace crecer el tema en tremenda vorágine, incluso dando pie al primer solo. Un corte magnífico.

Llegamos a la recta final donde aparece de forma sosegada y aparentemente tranquila "Sacred Mind", puro espejismo de lo que realmente es. De nuevo se nos presenta un tema vertiginoso tras la misteriosa y engañosa introducción, donde Frederik Emkhe cabalgará en tresillo junto a Andre mientras Hansi esboza sus aguerridas melodías, coronados por ese genial "Oh Xanadú" del estribillo, algo que sin duda me descolocó en su primera escucha y que me acabó por incluso hacer gracia de tan inesperado revés al llegar el clímax del tema, a lo que sin duda te acabas haciendo tras un par de vueltas al corte.

Abundan las secciones mucho más violentas, donde Frederik y Marcus se harán uno en furiosas embestidas a nuestros pabellones auditivos, con las cuales incluso terminaremos el tema.

Se alza "Miracle Machine" como el tema acústico y lento del redondo. Un corte que si bien se esperaba mucho más folclórico, medieval, mágico y en resumen...bardo, al final resulta tremendamente atractivo y precioso. Un tema que muestra las grandes influencias de los teutones a bandas como Queen, pues bien es sabido el afán de Hansi para con Freddie Mercury, donde únicamente escucharemos la voz del frontman alemán sobre una genial orquesta y un melancólico piano...preparándonos así para el clímax de esta obra.

Sin parangón y como un golpe aparece " Grand Parade", un tema al que bien podríamos denominar como la nueva "And Then There Was Silence" o incluso la continuación de la grandiosa "Wheel Of Time". Si bien no alcanza los tintes épicos de estos superlativos temas, sin duda "Grand Parade" es el colofón a la mejor producción hasta la fecha del cuarteto alemán. Ojo, hablo de producción, no de obra, pues a mi juicio, a pesar de ser un disco tremendo, no consigue rozar la grandiosidad de "Nightfall", la violencia de "Imaginations" o la evolución desmesurada de "A Night at the Opera".

A pesar de ello, "Beyond the Red Mirror" se redondea con esta maravilla, que deja en ciertas secciones de sus nueve minutos de duración la violencia de los riffs más oscuros de la banda, envalentonándonos en épicas y grandilocuentes melodías y sobrenaturales a la vez que mágicas orquestaciones, que adquieren mayor protagonismo a medida que los minutos van corriendo, alcanzando su punto álgido, como no, en el estribillo.

Un tema donde cada miembro de la banda brilla con fuerza, y donde incluso habrá tiempo para una pequeña sección orquestal que enriquecerá aún más la dinámica del corte, que cambiará conforme transcurran los minutos, pasando del medio tiempo a la velocidad de las últimas embestidas del cuarteto, haciendo de este tema sin duda una de las mejores epopeyas sonoras de la banda.

 

Finalizamos así este viaje a lo largo de esta nueva obra de Blind Guardian.

Un disco claramente influenciado por todos los trabajos hasta ahora realizados por los alemanes, y por su afán por ese proyecto orquestal ajeno a la discografía como Blind Guardian, que cada día está más y más cerca.

Una obra que si bien no alcanza a las mejores obras de los bardos, sin duda consigue asombrar en cuanto el oído y la mente se abren para explorar este nuevo mundo que Andre, Hansi, Marcus y Frederik nos quieren mostrar.

Una amalgama de melodías, de epicidad, de ampulosidad y grandiosidad sin parangón. Unos bardos que no olvidan sus raíces, y que intentan como siempre, innovar, mejorar, sorprender...ser ellos mismos.

 

Blind Guardian son:

Hansi Kursch – Voz
Andre Olbrich - Guitarra solista
Marcus Siepen - Guitarra Rítmica
Frederik Emkhe - Batería

 

Tracklist:

01- The Ninth Wave
02 - Twilight of the Gods
03 – Prophecies
04 - At The Edge of Time
05 - Ashes of Eternity
06 - The Holy Grail
07 - The Throne
08 - Sacred Mind
09 - Miracle Machine
10 - Grand Parade

 

Nota: 8’9/10

Review realizada por Ivrael