El Reno Renardo tiene nuevo disco y su gira arrancaba en nuestra querida Porta Caeli de Valladolid. Hasta allí se desplazó Luis Martín, para disfrutar de una noche de buen rollo, mucho humor y heavy metal.

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El pasado sábado 3 de febrero era la fecha elegida por El Reno Renardo para iniciar la nueva gira de presentación de su último trabajo "Regreso al metalverso", que vio la luz unas tres semanas antes. La cita fue en Valladolid, en una sala Porta Caeli más que conocida por los vascos, pues según admitieron han tocado incontables veces y tienen un cariño especial por la siempre buena acogida. No iba a ser de otra manera esta vez, y es que la sala estaba prácticamente llena para pasar una noche de música, estupideces y risas.

Impecablemente puntuales, El Reno Renardo abrieron el show con una intro donde se mostraba por las teles de la sala un vídeo personalizado con distintos lugares y personalidades famosas de Valladolid (y alguna que otra imagen desagradable, obviamente, viniendo de quien viene), bonito detalle, para empezar la descarga en directo con la clásica "Cipote ancho", que ya puso a todos a cantar y botar. Primeros saludos y agradecimientos y nos cuenta Jevo que vienen a presentar nuevo disco pero que no nos darían mucho la chapa con él y sonó "Esfinternet", uno de los tres únicos temas nuevos que tocarían, seguido de "Meriendacena medieval", mi favorita seguramente del grupo. "La navaja del trueno inmortal" puso el punto más rápido y power metalero de todo el set.

"Spoilerman" nos estropeó algunos finales y precedió a unas cuantas versiones, las primeras la dupla de Rammstein "Madre", que funciona muy bien y "Tu hamster", "Fiesta palangana" y "El as de oros". Entre chistes y tonterías varias, iban cayendo canciones o trozos de ellas, como la nueva "Punky y hardcoreta" que sonó fenomenal, "Orcos de Mordor", cuyos coros se grabaron en la misma sala hace años, con un trozo de "Eres trve" o el medley de "El Reno Renardo", "Yonkis sobre ruedas" y "Doctor Luis". No anduvieron con grandes discursos ni pérdidas de tiempo y encarando el final de la actuación sonaron "No hay huevos" y el mix de "El bogavante", "La solitaria" y "El megalodón", con técnico disfrazado de bogavante incluido con la firme misión de molestar a los músicos. Se tomó tan en serio su papel que consiguió que tuvieran que parar de tocar y se las desearan para salir de aquella. El buen rollo banda-público era palpable y cualquier tontería es bien recibida y todo se celebró.

"Camino Moria" no puede faltar en un concierto de El Reno, tras la que pusieron camino al camerino para luego volver a su nuevo disco y salir vestidos como en el videoclip para tocar "I.A. en un planeta subnormal". Pasaron tanto calor con esas chaquetas y pantalones que no se si repetirán. "Hoy estamos probando muchas cosas y esta ya desde el principio veo que es una puta mierda", bromeaba Jevo. El final de verdad lo pusieron "Chicken es pollo", que tocaron con todos los instrumentos intercambiados (Jevo al bajo, Ander e Iván a las guitarras y Mikel a la batería) y "Crecí en los 80", tras la que se despidieron después de una hora y cuarenta minutos de muy buen rollo que se me hicieron cortos.
El Reno Renardo consigue muy bien que la gente disfrute, se ría y lo pase bien un rato, así que sólo queda esperar la próxima visita.

Crónica y fotos: Luis Martín