El pasado viernes 21 de marzo el icónico Movistar Arena de Madrid aparcaba su habitual programación musical para acoger a una de las bandas más grandes del panorama metalero estatal y la presentación de su nuevo disco. Sí, hoy os contamos cómo y por qué el concierto de Saurom en la capital fue un éxito rotundo.
¡No os perdáis esta crónica!
Nos habían prometido tres horas de show. Tres horas enteras para disfrutar de Saurom, la banda española de folk metal que se presentaba el pasado 21 de marzo en Madrid en un evento único que servía como inicio de la gira de su último trabajo "El Principito", un disco conceptual sobre la obra de Antoine de Saint-Exupéry. Pero vamos, que esta es de esas crónicas fáciles porque sabes que todo va a salir bien.
No sin cierto caos en la organización de prensa, a las 19:50h nos daban la invitación a los reactores para entrar en pista. Los fotógrafos irían por otro lado. Cuando conseguí entrar vi un ambiente entre los fans de lo más cálido para recibir a la banda. El recinto presentaba buena entrada, pero permitía moverte sin dificultad, lo cual sirvió para más disfrute.
A las 20:00h la banda salía acompañada del grupo de saltimbanquis de Apatazanca y Wyrdamur, para arrancar con "El Mordisco de la Serpiente". Todos los músicos ataviados de manera especial, cuidando el vestuario, y con Elizabeth Amoedo acompañando a las voces guturales. Unas voces que mejorarían a lo largo de la canción, ya que en los primeros segundos no se oían. Allí, sobre el escenario, también estaba el Batallón de Mordor y hasta dos coros de niños que solo aparecerían en esta canción.
La primera sorpresa de la noche del repertorio (al menos para mí) llegaría con "Irae Dei". Qué gozada, qué maravilla. ¡Reivindiquemos una gira de este disco!
Seguiría con "Nostradamus" otro de esos temas de un pasado juglar mágico y donde tendríamos al triplete Migue, Ramón e Isra por primera vez, con la propia Elizabeth. A continuación llegarían "La Hija De Las Estrellas", siempre tan embaucadora y "Baobabs", ojo con este tema porque tiene una fuerza en su estribillo difícil de describir.
Para "La Leyenda de Gambrinus", la banda volvería a contar con Isra y para "Músico de Calle" con los malabaristas y equilibristas, un recurso que enriquece cualquier espectáculo y el grupo de gaiteros Ex Ventus para "La Batalla de los Cueros de Vino". Saurom es una banda llena de calidad musical y humana. Migue quizás no es el cantante con la voz más melódica, pero su pasión y sentimiento es tan alto que te mete en cada canción. Y destaco su trabajo porque sobre el escenario es en el que cae toda la carga escénica, pero lo hace de la forma más humilde, dejando sitio a los demás cuando es necesario y sabiendo perfectamente cuándo se tiene que echar a un lado. Olé por Migue.
El concierto seguía con "No Seré Yo", que si aún no lo conoces deberías estar escuchándola y "El Hada & La Luna". El setlist derivaría de nuevo a su último trabajo con la propia "El Principito", que es otro ciclón, y "Mejor Sin Ti" con el bufón juglar sobre el escenario, el personaje que crearon para el videoclip del tema. "Reina de Mis Sueños" y "Soñando Contigo" continuarían el repertorio. El sonido fue magnífico en todo momento y el espectáculo de luces también, incluso con fuegos y confeti. El concierto seguiría con "Cuando Nadie Nos Ve" que finalizaría con un bonito punteo de Narci y que como siempre me emocionó, justo antes de llegar a uno de los puntos fuertes de la discografía de Saurom: "El Pájaro Fantasma". La epicidad de este tema debería (o más bien me gustaría) ser el punto de partida de un disco sinfónico de nuevas composiciones.
Para "El Laberinto de los Secretos", la banda contaría con Ramón, aunque en esta ocasión su voz sería tapada por el propio Migue. En "Burlesque", que yo creo que no había escuchado nunca en directo, Migue e invitados recorrían la plataforma perpendicular a modo de pasarela que habían montado sobre el escenario demostrando una vez más un gran despliegue de organización. Para "Vida" se contó con la presencia de Joaquín Padilla, que se fue del escenario con un simpático "a por el bote oé" por parte del público, que espero que se tomara con una sonrisa, porque fue un momento muy divertido.
La balada "Todo en Mi Vida" de su último trabajo nos encandiló una vez más para después sonar esos acordes y esa intro de uno de los temas más emblemáticos de la banda, "El Monte de las Ánimas". Esta canción es tan antigua que ya aparecía en la primera maqueta "La Cripta del Duende". Para "La Llorona" Migue se calzaría la acústica, en una versión, tan, pero tan buena, que además estaría acompañado por un mariachi que tocaría la trompeta. El concierto seguiría con Isra de nuevo en el escenario para acompañar en "Lazarillo de Tormes", el mejor tema de su ya lejano "Música", un disco que, bajo mi punto de vista, fue un punto de inflexión. Quizás no lo que esperábamos, pero que terminamos disfrutando con temas como este mismo. Llegaría "La Musa y el Espíritu" y en este momento, la banda pararía, para que Migue agradeciera emocionado todo el cariño del público en un momento de conexión de lo más emotivo.
Volverían con "Cambia el Mundo", que llevaba un tiempo fuera de sus setlists y aquí habría un cambio claro en la tónica del concierto, porque vendrían sus canciones más fiesteras. "El Carnaval del Diablo" donde todos estamos a salvo si llevamos la máscara, "El Rey Que No Sabía Mandar" y el mítico "El Círculo Juglar". Un tema que es imprescindible en directo y donde perderíamos a Migue entre el público.
El concierto se acercaba a su fin, pero me voy a salir un momento de la crónica, porque quiero reivindicar a uno de los guitarristas más tapados del panorama: Raúl Rueda. Y lo hago porque nos encanta. Me encantan sus riffs, sus composiciones, su técnica y su puesta en escena. Pero también que nos regalase muchos más momentos protagonistas.
Dicho esto, sonaría "Historias del Juglar 2" y "Fuego" con un bonito juego de baile y telas que simulaban el propio fuego. Mención especial a Andrea Mediana, una bailarina que apareció en varios momentos de la noche y que le aportaba una gracia y elegancia especial al espectáculo. Otra que no puede faltar a medida que se acerca el final es "La Noche de Halloween" y al grito de "soy juglar" terminarían con la clásica "La Taberna", para dar paso a "Mester de Juglaría" mientras banda e invitados aparecían en el escenario para recibir la ovación final.
Lo dije al principio. La crónica era fácil porque el éxito de Saurom está asegurado. Son únicos. Lo cuidan todo. Pero es que, además, el pasado 21 de marzo hubo algo especial en el ambiente. Vivimos algo grande. Algo único y creo que aún no somos conscientes del todo. Pero, por esto y por esto y por muchas cosas más, larga vida a los juglares.
Crónica: David DR
Fotos: David DR y Lucía Barcenilla