El próximo 28 de junio de 2023 y hasta el 1 de julio, el Resurrection Fest regresará a Viveiro. Nosotros seguimos reviviendo la edición de este año y hoy Sheila Niebla nos presenta la segunda jornada de festival, con grupos como Sabaton, Hangman’s Chair, Rise Against, Ill Niño, Aphonnic, Jinjer, Caliban, The Raven Age, Our Hollow, Our Home, Dena, Free City y Six Burning Knives.

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Crónica Warm Up Party <-> Crónica Día 1

La tercera jornada del Resurrection Fest trajo consigo la primera gran desilusión de su programación, aplazando el concierto de Korn. Esto obligó a reajustar los horarios del día con apenas margen, provocando algún solapamiento que levantó algunas quejas por redes sociales. Además, los asistentes acusaban ya su segunda noche de juerga dejando las explanadas dentro del recinto casi vacías.

Cómo no, otra de las bandas ganadoras del Band Contest fue la encargada de inaugurar la tercera jornada del Resurrection Fest. Con no mucha afluencia a comienzo del pase, Six Burning Knives subió el listón hasta lo más alto en apenas diez minutos. Con una estética trabajada y una gran puesta en escena, su álbum The Oath voló alto sobre las cabezas en movimiento del público del Chaos Stage. Su vocalista tampoco tuvo inconveniente en salvar el foso para acercarse a su público, y hasta lanzaron algunas camisetas por el aire.

Terminado este concierto nos dirigimos hacia el Main con intención de reunirnos con Free City. Los pucelanos abrieron el Main Stage con un derroche de energía bestial. Los fans, más despiertos que los vistos en el pase anterior, levantaron nubes de polvo con sus pies casi desde el minuto uno. “Visiones”, su último LP, fue el protagonista de su setlist por lo que pudimos escuchar temazos como “Frágil” o “Versos como balas” y vivirlos con intensidad pese al calor que golpeaba ya la explanada.

Antes de nuestra siguiente cita con ese escenario hicimos una breve visita al Desert Stage. Dena, un trío de vascos, que rompió moldes y batió récords con una calidad músical y técnica brutal no muy habituales en músicos tan jóvenes como ellos.

Ahora sí, era el turno de Our Hollow, Our Home. Estos británicos dieron un show increíble y su vocalista, Connor Hallisey, no paró de animar a los fans saltando de una punta a otra del escenario sin perder ni un ápice de voz. Sonaron temas como “Overcast”, “Monarch” o “Burn In The Flood”. Los circle pits, los pogos y los wall of death fueron una perenne en este bolo.

Tras ellos, el Ritual Stage nos mantenía todavía en Reino Unido de la mano de The Raven Age. A pesar de que su nombre podría sugerir metal de corte gótico nada más lejos, pues su heavy metal melódico inundó la explanada. Equipados con gafas de sol dieron otro bolazo memorable. A estas alturas, todos los asistentes estaban plenamente bañados del ambiente del festival y los que se habían acercado para escuchar a este grupo estaban metidísimos en el concierto. Pudimos escuchar “Angel In Disgrace”, “Promised Land”, o “Fleur De Lis”.

Los siguientes en pasar bajo nuestro objetivo fueron Caliban. Esta banda tiene una larga trayectoria, algo que se vio reflejado en la cantidad de fans que aguardaban su salida a escena. Tan confiados estaban sobre las tablas que convocaron un tremendo wall of death al segundo tema y el crowdsurfing fue una constante canción tras canción. Sonaron temazos con “Virus”, “Intoleranz” y hasta un cover de “Sonne” (Rammstein) coreado con fervor por su público.

Un poco más tarde, Tatiana Shmaylyuk se subía a ese mismo escenario acompañada por el resto de Jinjer. El carisma de esta mujer es brutal, al igual que la calidad de sus voces. Con la bandera ucraniana adornando su logo, los discursos contra la guerra no se hicieron esperar seguidos por el calor de su público. Sonaron los acordes de “Call Me A Symbol”, “Home Back” o “Colossus”, entre muchos otros. La banda hizo despliegue de todas sus habilidades y demostraron por qué siguen siendo invitados al festival.

Antes de que terminasen quisimos asomarnos al Ritual Stage, donde Aphonnic estaba dando otro conciertazo. Los vigueses son una agrupación muy querida en Galicia y una de las más asentadas en nuestro país. Recibieron también a los pequeños ResuKids sobre el escenario y, sobre las voces de sus fans, pudimos oír “En Globo”, “Necios” o “Mi capitán”.

A continuación, y de camino al Main Stage, hicimos una parada en el Ritual. Ill Niño, una de las últimas incorporaciones al cartel, estaba dando su show. Tuvieron presencia sobre las tablas y se arremolinaron bastantes asistentes en torno a su pase, viviéndolo a tope sobre todo en las primeras filas. Entre muchas otras, sonaron los riffs de canciones como “God Save Us” y “I Am Loco”.

Ya en el escenario principal, Rise Against dio un discurso con pequeñas notas de concierto. Sí es cierto que a nivel musical sonaron brutales, pero casi entre canción y canción Tim McIlrath dedicaba speechs a sus oyentes. Esto interrumpió un poco el ritmo del bolo, aunque a juzgar por la entrega de quienes los escuchaban desde luego no fue algo determinante para poder disfrutarlo. “Prayer Of The Refugee” fue la encargada de inaugurar la actuación y “Satellite”, “Savior” o “Survive” fueron también piezas del setlist.

Antes del plato fuerte de la noche pasamos una última vez por el Ritual Stage. Hangman’s Chair ofreció su música a contraluz y bañados de azul. Fusionando stoner y doom, hicieron que “A Loner” bañase la explanada sin interrupciones.

Y ahora sí, Sabaton entraba en escena. Como cabezas de cartel fueron de los que más tiraron de escenografía. El escenario se convirtió en un campo de batalla para combinar con su último álbum, “The War To End All Wars”, que no paró de sonar. “Ghost Division, “Great War”, “The Attack Of The Dead Men” o “Soldier of Heaven”, entre muchos otros, dieron la excusa para todo un despliegue de escenografía: columnas de fuego, cañonazos de un tanque, disparos y hasta un bazokazo. Sabaton disfrutó, su público también y, con ese show, seguro que no dejaron indiferentes a nadie.

Con ellos pusimos otro punto y seguido. El cansancio tras tantas bandas empezaba a acusarse y había que reservar energías para la cuarta y penúltima jornada.

Crónica y fotos: Sheila Niebla