Cerramos nuestro repaso al Z! Live Rock con la crónica final. Un sábado maravilloso en el que tras mil y un infortunios al fin pudimos disfrutar de metal en Zamora sin interrupciones. Helloween, Dry River, Dünedain, Sylvania, Haken, Dark Tranquillity, Incursed, Crisix, GloryHammer, Ciconia, Celtian, Death & Legacy y Evergrey devolvieron a la normalidad al Z! Live y la sonrisa a los asistentes.
¡Aquí os dejamos la crónica de esta jornada triunfal!
< Crónica Día 1 > - < Crónica Día 2 >
Por cartel, el sábado era el día más grande del Z! Live. Tras la cancelación de prácticamente toda la programación del día anterior por las tormentas, era el día destinado a salvar el festival y vaya si lo consiguió. La previsión meteorológica era buena y se cumplió, no llovió nada en todo el día. La organización trabajó para adecentar el suelo y, aunque quedaban algunos charcos y había bastante barro, al menos se podía pisar y que aquello continuase.
Antes de todo eso, tuvo lugar la actuación en acústico de Sylvania en la plaza de La Marina, que tampoco estuvo exenta de complicaciones. Como nos explicó Alberto Tramoyeres (guitarrista), su cantante Alberto Symon no pudo asistir y estaba previsto que su otro guitarrista, Sergio Garay, cantase el repertorio, pero esa misma mañana se levantó afónico y tuvieron que tirar de agenda y contar con dos cantantes improvisados, Arturo y Andrés Aranguren, que estaban presentes en el festival. Los dos invitados y Sergio se fueron turnando las voces de los temas y teniendo en cuenta lo improvisado fue, el concierto salió estupendamente.
Con muchas bromas y risas entre medias, Sylvania nos mostró temas como "Finis Templarii", "La princesa prometida", "Lazos de sangre", "Luna quebrada" o el adelanto publicado de su último disco "Aunque mi alma se desgarre". También hubo tiempo para una canción que hace 12 años que no tocaban en directo, la balada "No sé qué será de mi". El momento serio y emotivo llegó con la última "Vivo en tu memoria", dedicada al alumno de Alberto fallecido tan solo dos días atrás. Pese a las adversidades, Sylvania no se contentó con tocar un puñado de temas y salvar el expediente, sino que se marcó un repertorio de hora y cuarto. Chapeau por ellos, un concierto excelente.
Que el sábado era el día más importante del festival se notó ya a primera hora, con mucha más gente en el recinto a mediodía para disfrutar de Incursed, una banda de metal vikingo que contó con media hora de actuación en la que no perdieron el tiempo. Sonaron potentes, cuidaron la puesta en escena con sus vestimentas y su pintura facial y dieron buen concierto, terminando con una curiosa versión de "Take on me" de A-Ha.
La banda instrumental Ciconia sería la siguiente en salir al escenario y, prácticamente sin mediar palabra hasta el final del concierto, desgranaron su metal pesado y progresivo con continuos movimientos de sus componentes para llenar el escenario. Su estilo pesado hizo que no me terminara de entrar su concierto completo, me gustó al principio, aunque luego se me hizo algo largo.
Death & Legacy tomaron el escenario dispuestos a demostrar por qué han dado que hablar en los últimos tiempos. Metal extremo para los oídos más duros, se marcaron un concierto muy intenso para presentar su álbum "D4rk Profecies". Contaron con las colaboraciones de Javi Ssagittar de Killus en "The unnamed shadow" y de Jessie Williams de Ankor en "Salvation" y "Eternal", que representó el mejor momento del concierto. Las colaboraciones le dieron al show un dinamismo muy necesario para dejar un buen sabor de boca.
Cambio radical de estilo hacia lo más suave de la jornada con Celtian que, al venir sin material nuevo, presentaron un repertorio sin sorpresas basados en sus dos álbumes con Xana Lavey a la voz, comenzando con "Nueva era" y pasando por sus temas más suaves como "Niamh", "El hijo del ayer" o "Tu hechizo", para cerrar con "En tierra de hadas", no sin antes anunciar que a final de año Celtian entrará al estudio para grabar un nuevo álbum. Tuvieron un sonido demasiado alto de todos los instrumentos durante todo el concierto y poco balanceado. Buen concierto, que se hizo corto.
Unos de los triunfadores del día fueron Crisix, que dieron un concierto como suelen hacerlo, con la energía y la intensidad en sus máximos, manteniendo muy arriba a un público que lo pasó en grande. Su álbum "Full HD" fue el que más representación tuvo en el set, con la inicial "W.N.M United", "Macarena Mosh" o la propia "Full HD", aunque tampoco se olvidaron de álbumes anteriores ni de un medley de versiones formado por "Hit the lights", "Walk" y "Antisocial". Para el final dejaron "Bring´em to the pit" y "Ultra thrash". Tras una hora donde hubo de todo, circle pits y wall of deaths sobre barro incluidos, se despidieron rumbo a Estrasburgo, donde tocaban al día siguiente.
Turno para el power metal más geek con Gloryhammer, que se presentaban con su nuevo vocalista Sozos Michael, que no tiene nada que envidiar a Thomas Winkler. Empezaron con un sonido bastante dubitativo, no se escuchaba nada la guitarra, pero poco a poco se enderezó y dieron un gran concierto, con grandes momentos como "Angus McFive", "Hootsforce" o la final "The unicorn invasion of Dundee", donde se formó una gran conga de asistentes, demostrando que Gloryhammer sabe hacer disfrutar al personal, no sólo con sus canciones, sino también con su puesta en escena, trajes y goblin saxofonista al que le dan una paliza incluido.
Mucha menos gente se quedó a ver a Haken. Las bandas de un estilo tan progresivo siempre son motivo de debate en un festival. Si eres fan, te encantará su concierto porque tocan perfecto durante todo el show, pero si no, se te puede hacer bastante cuesta arriba. Pues esto pasó con Haken, a mí se me hizo el concierto muy largo y aburrido, lo cual tuvo mucho que ver que empezaran con temas muy lentos como "Taurus" o "Sempiternal beings", que me pareció que duró una eternidad. En la segunda mitad del concierto metieron más caña, pero no lograron captar mi atención.
Dark Tranquility apareció a ritmo de "Encircled" con un gran sonido en el escenario Copper para hacer un buen repaso a su discografía en los 60 minutos que tuvieron. Los álbumes "Damage done" y "Moment" fueron los más protagonistas del set, pero no faltaron otros temas como "Lost to apathy", "What only you know" o "Mysery´s Crown", con la que se despidieron. Buen concierto de Dark Tranquility con un Michael Stanne muy comunicativo y agradecido y que se presentaron con un solo guitarrista, ya que Christopher Amott no apareció.
Los más esperados del cartel eran Helloween, una banda que desde el regreso de Kiske y Hansen parece imparable y de la que se anunció concierto de dos horas de duración y producción completa, igual que si fuera un concierto normal de su gira. Y así fue, desde que cayó el telón que ocultaba el escenario (también los únicos en tenerlo) al arrancar con "Skyfall", se pudo ver un escenario con tarimas a varias alturas, luces propias, una gran calabaza alrededor de la batería, cañones de confeti y una pantalla gigante donde se iban proyectando animaciones distintas en cada canción y lo que pasaba en tiempo real en el escenario gracias a las distintas cámaras que había instaladas. Todo esto le dio un subidón a un concierto muy intenso y dinámico, donde nada era improvisado y todas lo que ocurría estaba ensayado y en virtud del show.
Tras el temazo inicial con protagonismo para los tres cantantes, atacaron sin decir nada el primer clásico de la noche, un "Eagle fly free" defendido por Michael Kiske y muy coreado por la gran cantidad de público que abarrotaba el recinto. El sonido era perfecto y el inicio fue arrollador, por lo que el listón ya estaba por las nubes. El programa a partir de la segunda canción era un tema para Kiske y otro para Deris, así que salió Andi a saludar y dar las gracias por el puesto nº1 que consiguió el álbum en España antes de empezar con "Mass polution", a la que siguieron "Future world", "Power" y "Save us", antes de que saliera Kai Hansen, el "chico" que empezó Helloween según Deris, sin guitarra para cantar su parte, un medley con "Metal invaders", "Victim of fate", "Gorgar" y "Ride the sky", al cual siguió "Heavy metal (is the law)" íntegra. Este capítulo fue otro momentazo, ya que Kai se presentó con un estado vocal excepcional, hacía tiempo que no lo escuchaba cantar tan bien. Y aquí me paro a hablar de los otros dos vocalistas. Andi Deris es imprescindible en estos Helloween, también perfecto de voz y siempre muy fiable en directo, siendo además el que lleva la simpatía y la parte comunicativa con el público. Y luego está Kiske, que nadie canta como él, sigue alcanzando esos tonos imposibles y lo da todo cuando es necesario, y el resto del show tiene las espaldas más que bien protegidas con Deris, como se pudo ver en "Keeper of the seven keys", repartida muy estratégicamente entre los dos. El tándem entre ambos es perfecto y fundamental para que se mantengan en buena forma en un set tan exigente de cantar.
"Forever and one" fue el momento más tranquilo del concierto, con ambos vocalistas en escena sentados en taburetes y que sirvió como descanso para Kai. También hubo tiempo para que Sascha se luciera con un solo de guitarra que precedió a "Best time". "How many tears", cantado por los tres, sonó impresionante, especialmente ese estribillo con voces armónicas y Kiske en tonos agudísimos. Me encantó "Perfect gentleman" con Deris vistiendo sombrero y americana roja brillante. El fin de fiesta llegó, como no puede ser de otra manera, con "I want out", donde se lanzaron globos, confeti y se puso fin a dos horas de concierto que se pasaron en un suspiro. No creo que nadie saliera con malas sensaciones del concierto, fue el gran ganador de la jornada y el mejor de todos los conciertos de la historia del Z! Live. Espectaculares Helloween.
Tras el subidón de los alemanes tocaba el concierto de otro de los grandes nombres del cartel, los suecos Evergrey. Aunque se fue bastante gente, otra mucha se quedó hasta el final de la noche y tuvieron bastante gente delante del escenario, al que salieron con ciertos problemas de sonido en el micrófono, apenas se escuchaba a Tom Englund durante dos temas y tampoco se le escuchó como debería el resto del show. Un Tom Englund que alabó el concierto de Helloween y prometió pasar un buen rato al respetable, y lo hicieron con canciones de su último álbum "A heartless portrait" como "Call out the dark", "Save us" o "Midwinter calls", muy coreada. Claro que también hubo representación de temas anteriores, como "Eternal nocturnal" o la final "King of errors". Buen concierto de Evergrey, que tuvieron el difícil objetivo de mantener el ánimo arriba y lo hicieron bien.
Que me perdonen el resto de bandas de todo el festival (menos Helloween), pero Dry River les pasó por la derecha y de qué manera. Dry River es la mejor banda que tenemos en España y su concierto estuvo a la altura de algo tan grande como lo que estoy diciendo. Son técnicamente perfectos, no fallan una, y han conseguido un repertorio más que convincente para alzarse con el puesto de ganador de cualquier festival. Su set se basó en sus dos últimos discos, comenzando con "Fundido a negro" y "Perder el norte" con un sonido perfecto donde todo funcionó a la perfección. "Segundo intento", "Culpable" o "Camino" no faltaron como tampoco faltó "La serpiente", que me sorprendió mucho que estuviera en el set list de un festival y no "Irresistible", que siempre pone el buen rollo por las nubes, pero esta vez se centraron en su parte más seria. "Capitán veneno" es una barbaridad y en directo la clavan, al igual que el momento piel de gallina de "Me va a faltar el aire". Se despidieron con "Traspasa mi piel" victoriosos y con una gran ovación. Tremendos Dry River, juegan en otra liga.
Y el fin de festival llegaba con otros viejos conocidos, Dünedain, una banda que normalmente es infalible en directo gracias a su colección de temazos. Esta vez no fue tan así, pero no por su culpa, sino porque tuvieron un sonido pésimo durante más de tres cuartas partes del show. Prácticamente se escuchaba solo el bajo y las voces. Y no es que estuvieran a un volumen muy alto, sino que las guitarras eran inaudibles y eso deslució mucho su actuación. Su repertorio fue el habitual durante estos años aunque cambiando el orden, temas como "Vuela", "A un paso del cielo", "1000 golpes", "Una razón" no faltaron. Al final del concierto llegó por fin el buen sonido con "Tu sueño" y las imprescindibles "Por los siglos de los siglos" y "Corazón de invierno". Una pena el sonido, porque hubiera hecho un concierto mucho más enérgico, necesario a las 3 de la mañana.
Llegó a su fin la edición 2023 del festival zamorano, una edición muy accidentada en sus tres primeros días pero que terminó por todo lo alto. Esperemos que este año haya sido el último de mala suerte con la climatología y el año que viene podamos disfrutar como es debido durante todo el festival. Desde aquí solo podemos dar las gracias y enviar ánimo a la organización, confiamos que Zamora y el Z! Live sigan siendo una fuente inagotable de grandes momentos para los amantes del metal.
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Crónica: Luis Martín
Fotos: FelipeSM