Seguimos con nuestro repaso a la décima edición del Z! Live Rock Fest y hoy viajamos a Zamora para rememorar la segunda jornada del festival con Saurom, Accept, Angelus Apatrida, Salduie, Injector, Morphium, Lujuria, Alestorm y Noctem.
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La jornada del viernes destacaba por tener un cartel predominantemente nacional, salvo dos bandas todas eran de nuestra escena; y también diría que fue el día con más afluencia de público, algo que ya se notaba desde primera hora de la tarde cuando Salduie arrancó su concierto. Y qué conciertazo, una de las mejores actuaciones del día. Aparte de sonar bien y convencer musicalmente, la banda se esforzó por cuidar mucho su puesta en escena: tuvieron actores que estuvieron en el escenario en algunos temas y organizando y animando al público en la pista en otros, utilizaron bien la pantalla con diferentes imágenes y animaciones y contaron con dos grandes telones en forma de torre como adorno. Sus temas folk inspirados en las culturas prerromanas animaron mucho a un público que se mostró bastante entregado. "Los fuegos de Belenus", "Imbloc", "Carus de Sekaiza" o "Numancia" fueron algunos de los que tocaron antes del final festivo de "Hidromiel". Si además, mientras se despiden y se hacen la foto suena "La comarca" de la banda sonora de "El señor de los anillos", pues a sus pies.
Injector fue la siguiente banda en salir y fue otro gran concierto. Thrash metal sin paliativos ante un público algo más frío que en el concierto anterior. La banda se mostró muy agradecida de estar allí con la organización y público, mientras iban soltando cañonazos como "Reseting time", "Opressive force" o "Crawling one". Muy solventes y efectivos.
Los catalanes Morphium volvían al Z una vez más con la clara intención de romper cervicales y hacer un agujero en el suelo, como se encargó de repetir varias veces su cantante Alex. "Descending" abrió la veda de un buen concierto, en el que el punto negativo fue el cierto abuso de una segunda voz limpia grabada presente en muchos de los estribillos. Contundentes y agresivos, tuvieron una hora que no aprovecharon en su totalidad pero sí pudieron presentar un buen puñado de temas como "Black soul", "Made of scars", "Dance of flies" o "What lies behind words".
Los valencianos Noctem tomaron el Copper stage con su característico maquillaje y vestuario, dispuestos a arrasar IFEZA con su black metal. Al igual que pasó con Nile el día anterior, es un estilo muy de nicho y si no eres seguidor con anterioridad, cuesta entrar. Tuvieron un retraso de diez minutos y algunos problemas técnicos con el micrófono y la guitarra, pero nada demasiado importante. Desde luego no es mi estilo pero la banda suena muy potente y sus seguidores dieron buena cuenta de ello.
Angelus Apatrida fue para muchos, y no les falta razón, los mejores del día incluso del festival. Te gusten o no, en directo son una apisonadora, suenan espectacular y demuestran que el lugar en el que están sin duda les corresponde. Con una legión de seguidores enfrente que disfrutaron de lo lindo, los de Albacete salieron como siempre a matar comenzando con "One of us". Es difícil destacar algún tema sobre otro porque todos tuvieron una respuesta brutal. "Indoctrinate" fue muy coreada, incluso las canciones más recientes como "Cold", que me gustó mucho, funcionaron a la perfección. La banda no llevó nada de atrezzo, solo ellos y su música, y no necesitaron más.
Sin perder el tiempo en parones innecesarios, Guillermo iba presentando casi todos los temas. "Sharpen the guillotine" fue otro cañonazo que sonó espectacular. No faltaron "Of men and tyrants", "Serpents on parade", "Give em war", "We stand alone" ni el obvio final "You are next". Bolazo de Angelus Apatrida, como digo uno de los mejores de todo el festival, no se les puede poner ni un pero. Brutales.
Después de tanta seriedad tocaba por fin un poco de cachondeo y Alestorm son la banda perfecta para ello. No uno ni dos, sino tres patitos de goma adornaban su escenario, junto con un telón verde y negro, colores que la banda llevaba también en su vestuario para dar uniformidad a la puesta en escena. Como siempre, abrieron con "Keelhauled", desatando el jolgorio con sus composiciones sencillas y efectivas. "Pirate metal drinking crew" fue la siguiente, seguida de "Killed to death by piracy", que forma parte del disco que saldría sólo una semana después de su visita por Zamora. También hubo temas más clásicos como "The sunk´n norwegian", la propia "Alestorm", que me encanta, o la versión de "Hangover" que todo el mundo canta como si le fuera la vida en ello.
"Uzbekistan", "Mexico", "Frozen piss 2" o la lenta "Nancy the tavern wench", que suena mejor en directo y con la que se nos pedía remar en el suelo, completaron un set list infalible. Era una de las bandas más esperadas a juzgar por la multitud de camisetas y patitos de goma que se veía por el público, y no fallaron. "P.A.R.T.Y", "Shit boat (no fans)" precedieron a sus grandes clásicos "Drink" y "Fucked with an anchor", con la que se despiden de todo el mundo sacando el dedo corazón. Nunca he visto fallar a Alestorm y tampoco fue así en Zamora. Fenómenos.
Y no pararían aquí las buenas actuaciones, el sábado fue el día de los conciertazos y lo de Accept fue descomunal. Los seguidores del metal más clásico estaban de enhorabuena porque los de Wolf Hoffman no dejaron títere con cabeza, con Mark Tornillo espectacular. El sonido que tuvieron en el Z live fue simplemente perfecto, limpio y contundente, haciendo valer ese trío de guitarras que tienen. Para el principio contaron con "The reckoning", "Humanoid", "Restless and wild" o "London leatherboys", que iban cayendo uno tras otro sin decir chus ni mus. Para qué hablar cuando puedes tocar, pensarían.
El concierto se pasó volando y pronto nos plantamos ya en el último tercio, donde todo el mundo cantaba canciones míticas como "Princess of the dawn", "Metal heart", "Pandemic" o "Teutonic terror". Con el trío final se venía más arriba todavía IFEZA, y es que hablar de "Fast as a shark" con ese estribillo matador, el clasicazo mundial "Balls to the walls" y "Im a rebel" son palabras mayores. Concierto brutal de Accept, para mí los mejores de todo el festival junto con Angelus.
Y otro de los ganadores del festival, parece mentira que vinieron todos seguidos, fueron Saurom. Los gaditanos tuvieron una hora para levantar el cansancio que ya se acumulaba y estuvieron sobresalientes. Fue la puesta en escena más sobria que les he visto en tiempo, sin invitados, ni bailarines ni humo, ni pirotecnia o confeti, sólo ellos, y también les bastó. Por cierto, me pareció muy curioso que ninguna banda en todo el festival tuviera confeti, fuego o chispas, como mucho vimos alguna máquina de humo. Saurom optó por un repertorio variado y acertaron de lleno, sin recrearse en todo temas festivos. Empezaron con "El principito", que da nombre a su último disco y del cual presentarían también "Baobabs", "El rey que no sabía mandar" y "Todo en mi vida", casi la única balada de todo el festival.
"Irae dei" y la descomunal "No seré yo" cayeron al principio, junto con el clásico "La batalla con los cueros de vino" y la tremenda versión de "La llorona". Para el final, ahora sí, tiraron de fiesta y "El círculo juglar" levantó al público como nadie lo había hecho hasta ahora, despidiéndose con "Fuego" y "La taberna". Otros infalibles que están en estado de gracia (bueno, llevan así mucho tiempo ya) y triunfaron en el Z Live.
El cierre del sábado estaba encargado para Lujuria, en la que fue su primera visita al festival zamorano. La banda se siente cómoda cerrando festivales y bastantes valientes aguantaron hasta las 2 de la mañana para verlos. El repertorio fue el habitual, comenzando con "Escuadrón 69" y siguiendo con temas como "No soy carne de cañón", "Dejad que los niños se acerquen a mí", "Cinturón de castidad", "Jekyll y Mrs Hyde" o "Viejo rockero", menos habitual, con la que los segovianos alaban las blancas melenas, como decía Óscar. El vocalista dedicó muchas intervenciones a alabar el Z Live como el lugar perfecto para la hermandad y el buen rollo, denunciar la corrupción política de ambos lados y reconocer al resto de bandas del cartel, nombrando a Injector, Saurom y especialmente a Angelus Apatrida. El punto negativo fue que tuvieron un sonido muy malo, poco claro y con la voz de Óscar a un volumen muy bajo opacado totalmente por la guitarra de Chepas. Fue una pena porque el directo es el punto fuerte de Lujuria y esta vez quedó un poco deslucido por un sonido mal balanceado.
Tras un día de grandes conciertos tocaba ir a descansar y coger fuerzas, que aún quedaba uno más.
Crónica: Luis Martín
Fotos: NachoGS