Si hay un disco que nos ha gustado especialmente en la redacción, ese es "Cuarto Creciente" de Dry River. Un estupendo regreso discogáfico que nuestro redactor Luis Martín ha podido desgranar en una extensa entrevista con Ángel Belinchón, vocalista de la banda.
¡No os perdáis esta entrevista!
Buenas tardes Ángel, muchas gracias por pasar un rato con nosotros hablando de Dry River. El motivo de la entrevista es obviamente ese lanzamiento de “Cuarto creciente”, vuestro nuevo disco. Lo primero que quería preguntarte es ¿cómo está siendo la reacción de los fans y de los medios? Porque yo por lo que he visto por ahí no he leído una reacción mala.
Pues está siendo una reacción muy buena. O sea, lo hablamos casi a diario, que toda la incertidumbre que tienes antes del lanzamiento y durante todo el proceso se disipa en una semana, para bien o para mal. Y esta vez ha sido para bien, la verdad. Estamos contentísimos. La gente está oyendo mucho el disco, estamos vendiendo muchos discos y las entradas a los conciertos están volando. Reseñas está habiendo muchas, y todas buenas. Todas. Más que buenas, de hecho. “Uno de los discos del año, sin duda”, tal. Esas cosas molan mucho.
Y eso que veníais de un listón muy alto.
Claro, veníamos de un disco que fue el que nos hizo dar un salto más grande. Fue el que nos llevó a Leyendas, al Rock the Coast, a llenar Copérnico… Con ese disco nos descubrió mucha gente, entonces es un disco muy especial. Era un gran disco. Y además con el componente emocional de que el disco con el que descubres a un grupo, ese es tu disco para siempre. Esa esa emoción, esa sensación no la vas a volver a tener, estableces un vínculo con él. Éramos muy conscientes de que de que eso había pasado con “2038”. Pero bueno, luego pasa una pandemia, la salida de Carlitos, la salida de Martí… son muchos palos en las ruedas, pero aun así, competir con tu propio disco también mola, ¿No? Sabíamos que teníamos buenas canciones y que además íbamos a mejorar en muchos aspectos.
Justo te iba a eso, han pasado muchas cosas, especialmente la salida de Carlos que al principio me imagino sería un palo duro, ¿No? ¿Cómo os reponéis de eso y cómo afrontáis un nuevo álbum sin ellos?
Pues mira, yo al principio pensé en dejarlo. El grupo lo montamos juntos y era como… “qué mierda”. No me imaginaba seguir sin él. Pero bueno, eso fue la primera reacción. Luego hablando con gente muy cercana, amigos, familiares… incluso Julio Castejón de Asfalto intercedió un poquito porque es también un amigo, y él ha pasado por estas cosas varias veces. Y me animaba, decía “tenéis que seguir, si tenéis fuerza y ánimo porque estáis construyendo un proyecto muy bonito y aunque la salida de Carlos sea un palo, si de verdad en el fondo sabéis que queréis seguir, seguid”. Gracias a esos ánimos de la gente querida seguimos y la verdad es que fue una buena decisión.
Además, el grupo iba como un tiro hacia arriba, estábamos consiguiendo las cosas por las que llevábamos muchos años luchando. O sea, llevas diez años sembrando y cuando llega la cosecha ¿te retiras? No, habrá que cosechar. La decisión de Carlos fue personal, tenía sus motivos y además creo que no se arrepiente, él está feliz. De vez en cuando hablo con él y está contento y bueno, hay que respetarlo.
Otra diferencia de este disco es que no sale por medio de una discográfica y es autoeditado. ¿Por qué este cambio y qué diferencias hay?
Hemos estado negociando con varias discográficas y no ofrecían nada que fuera mejor que una autoedición. Y luego también como nosotros ya no somos un grupo que no partimos de cero, es nuestro cuarto disco de estudio, ya tenemos una base de fans suficiente, los medios nos conocéis… No es lo mismo que un primer disco que necesitas ir de la mano de la discográfica. Los servicios de una discográfica vienen muy bien, pero al final salía mejor hacerlo por nuestra cuenta. Era un riesgo más, una incertidumbre más, no sabíamos qué iba a pasar y de momento estamos más que satisfechos. Estamos muy contentos, las ventas no se han resentido, todo lo contrario. Nuestros fans son la hostia. El otro día colgó una story una chica que le había llegado el disco y dice: “jo, me acabo de dar cuenta de que no tengo dónde reproducirlo”. O sea que realmente le da igual, es como decir, “hostia, me mola el grupo, me mola el disco, me lo compro”.
Esto es más que un apoyo, es que es fundamental. Porque esto al final es nuestro legado también. Nos hemos esforzado mucho, hemos invertido un montón de esfuerzo y dinero y la manera de recuperarlo es con la venta física de discos, porque el digital no da lo suficiente. Entonces, bueno, pues hay que animar a la gente a que compre discos. Aunque luego los usen de posavasos o como quieran.
Hablando de la música, “Cuarto Creciente” un disco bastante más centrado o no tan diverso como el anterior. Antes de empezar a componer, ¿lo queríais hacer así?
Sí, esto fue buscado y luego entró Carlos Raya como productor y nos dirigió también un poquito por ahí. O sea, nosotros teníamos catorce o quince demos que si las oyeras dirías: “ah, bueno, pues a lo mejor habría salido un disco mucho más alocado. Otro surtido de Cuétara”. Pero bueno, pretendíamos tener un disco más coherente. Hay diversidad pero no hay disparidad, por así decirlo. O sea, no hemos renunciado a la diversidad, cada canción es muy distinta a la anterior. No se parecen entre sí, pero tienen muchos elementos en común de sonido y de concepto, arreglos, etc. que hace que formen parte de un conjunto y que sea más fácil darle al oyente algo que no que no le disperse la mente demasiado.
En otros discos, que son que son maravillosos y estoy muy orgulloso de ellos también, había mucha disparidad, parecía un recopilatorio. Por ejemplo, oyes “Peán” o “Fundido negro” y luego oyes “Cautivos”, “Me pone a cien” o “Con la música otra parte” y ¿cómo le explico yo a alguien la música que hace Dry River? Entonces es intencional, se compusieron canciones de todo tipo y a la hora de elegir, de filtrar, se ha quedado fuera la parte “Cautivos”, por así decirlo. Además, según Carlos Raya donde más brillamos, lo más interesante del nuestro es la parte más seria. Y no es que renunciemos a la parte más desenfadada ella, es solo en el disco. Esto será diferente en el directo, en futuros discos… o singles.
¿Me estás queriendo decir algo?
Bueno son ideas vagas, pero hay muchos temas que se quedaron fuera y de hecho se quedó hubo un tema que era el mejor. O sea, era la hostia. Es que la mejor canción que hemos hecho. Pero era demasiado fresquita, se iba mucho hacia lo desenfadado. Ahora lo pienso y si hubiera entrado en el disco… Que fue un debate intenso, pero si hubiera entrado es verdad que se percibiría como “¿esto que hace aquí?”. Entonces sacarlo como single es una idea, lo que pasa es que tú piensas en cómo hacerlo y a lo mejor no lo haces, pero la idea está ahí.
Me gustaría preguntarte por las letras de algunas canciones, para entender de qué estáis hablando. Por ejemplo, ¿de qué va “Capitán Veneno”?
“Capitán Veneno” es un pequeño homenaje a un a un compositor de comparsas y chirigotas del carnaval de Cádiz. Yo estoy muy enganchado al mundo del carnaval de Cádiz. Lo descubrí hace muchos años gracias a mi suegro con una chirigota de Juan Carlos Aragón que se llama “Los Yesterday”. Y bueno, cuando entras ahí y empiezas a entender, a saber disfrutar de todo lo que ocurre, eso es una barbaridad. Este autor era mi favorito. Falleció hace tres años, muy joven, repentinamente, ni sabía que estaba enfermo. Y bueno, nos pareció que también era guay que la canción más heavy del disco, que un grupo de heavy progresivo le rinda homenaje a un a un autor de pasodobles. Siempre nos ha gustado no quedarnos dentro de los márgenes del estilo porque eso es absurdo, siempre lo comparo con la comida. Joder, es que yo soy de tortilla y solo como tortilla. No, tío, hay mucho arte en la música que si te abres un poquito, lo disfrutas. Bueno, pues él era muy reivindicativo, muchísimo. Y en su comparsa “Los millonarios” hizo un pasodoble que va dedicado a cantantes de pop andaluces y les mete un cerumen… Que la mayoría de ellos eran amigos de él, porque Juan Carlos Aragón en Andalucía era una la eminencia. Y les mete el palo quejándose de todas las canciones son iguales, solo habláis de amor, no os mojáis… así os maten. Y criticaba eso, lo fácil que es la música mainstream, que nadie habla de cosas importantes, es como “habla de amor y desamor, no te salgas de aquí porque vas a molestar…” y entonces él se quejaba la música está para despertar consciencias y para hablar de los problemas de la gente.
Eso me suena mucho a una vuestro tema “Me pone a Cien”. “Habla de amor, olvida cualquier juicio social”...
Exacto, compartimos esa filosofía. La letra de “Capitán Veneno” sigue con esa crítica y al mismo tiempo menciona que ojalá hubiera más, que cuánto, cuánto de menos se echa el veneno del Capitán Veneno, que era su sobrenombre, era un apodo que se puso.
¿Y “La libertad”?
“La Libertad” habla de que, por suerte, la gente que vivimos en España, por ejemplo, gozamos de una libertad, de unos derechos y una vida “cómoda” y cuando venimos al mundo tenemos todas las posibilidades frente a nosotros. Y a lo largo de la vida hay ciertas cosas que nos limitan y a lo mejor no vivimos la vida en todo su potencial por esas cosas la mayoría de veces externas. Esos miedos, elementos irracionales… ¿De qué te sirve la libertad? ¿De qué te sirve tener todo esto? Que también es además algo heredado y conseguido de generaciones anteriores. ¿De qué te sirve si luego tú te vas a rendir al miedo y no la vas a aprovechar? Es como animar a la gente y a uno mismo a “oye, tienes una única vida, encima tienes la suerte de vivir en un país privilegiado en el planeta, así que utiliza tu libertad para vivir la vida que quieres porque si no luego no hay segundas partes”.
Y, por último, porque no podemos hablar de todas, ¿”Despedida” va dedicada a alguien en concreto?
Pues no, pero casi todo el mundo piensa que sí. Ya antes de salir el disco, la poca gente cercana que había oído la canción me decía que si esta canción va dedicada a Carlitos o a Martí y es que claro, ahora igual tendría que decir que sí pero no, no se hizo con esa idea. Lo que pretende la canción es, al final de un disco o de un concierto, dejarte un buen sabor de boca. Hay muchos tipos de despedida y la despedida, el cierre de un disco o de un concierto es un cierre feliz. Si todo lo que ha pasado antes ha sido guay es como “hostia…” Estás de fiesta con tus amigos y te vas a tu casa. Y si te vas cuando toca, que a veces es difícil (risas), dices joder, qué bien me lo he pasado. Me cago en todo lo que se menea, mañana otra vez. Bah. Pues es eso lo que intenta transmitir.
Pero bueno, sí que puede tener también el doble sentido de que con Carlos y con Martí hemos vivido una época maravillosa, que ha terminado por su parte, y que si volviéramos a juntarnos en el futuro sería maravilloso también o sea lo pasaríamos bien porque, felizmente, nos llevamos bien y aunque la ruptura fue dolorosa, no fue rencorosa. Porque hay que entender que la gente quiere usar su libertad para vivir la mejor de sus vidas.
Una curiosidad, ¿cuántas pistas de coros habéis podido grabar en este disco? Porque la cantidad de coros que hay es brutal.
Sí, sí sí. No lo sé decir, o sea, eso es imposible. Pregúntale a Carlos Raya que, creo que era en “Calles Inundadas”, iba con el Pro Tools bajando pistas con el ratón y no terminaba nunca eso y yo decía: “¿pero qué barbaridad es esta?” La verdad es que nos complicamos mucho la vida con eso. Pero vale la pena. Porque el coro entendido como un instrumento, una textura, que es como lo utilizamos, es muy trabajoso porque todo el mundo tiene que cantar y afinar y si para mí, que no estoy haciendo otra cosa ya es un reto, mis compañeros, que están tocando al mismo tiempo, eso es una cosa que requiere mucho ensayo. Y en el disco pues nos venimos arribísima. A lo Queen. Es que, claro, a Queen le quedaban muy bien. Parte de la magia de Queen era eso y se lo hemos robado un poquito. Y nos mola, o sea, es que cuando estamos haciendo el arreglo de la canción, te lo pide el cerebro, aquí va un “aaaah” y lo tienes que meter porque cuando lo metes mola.
¿Tienes alguna canción favorita de “Cuarto Creciente”?
Depende, depende del día. Estuve muy encoñado con “Segundo Intento” mucho tiempo. Siempre me pareció que era el mejor estribillo del disco. Y además tiene algo que no sé si vamos a ser capaces de volver a hacer porque es algo bastante complicado. Esa canción es un 5/4, un compás raro y tiene por ahí unos quiebros que pa qué. Es como muy complicada y sin embargo entra muy sencilla. Conseguir eso es muy difícil. A lo mejor puedes pasarte la vida entera intentándolo y no conseguirlo.
Pero bueno, igual me preguntas otro día y te digo “Capitán Veneno”, “Calles Inundadas” o “Culpable”, que hubo mucho tiempo que era mi favorita. “Despedida”, también, que parece una canción como que está ahí un poquito de menos, es la última, es una canción más sencillota, pero te la gozas, es preciosa. No sé, acabarías diciendo diciéndotelas todas, pero ahora mismo me quedo con “Segundo intento”.
Me dirías incluso la que quedó fuera.
Bueno, la que quedó fuera es que es la mejor. Cuando llegue el momento de hacerla y la oigáis, lo diremos, diremos, este era el descarte. Bueno, el descarte. Descartes ha habido seis, creo, en este disco.
Vamos a hablar un poco de la gira, que empezó este fin de semana en Murcia y luego tenéis Valencia y Madrid. ¿Qué habéis preparado? ¿Vais a tocar mucho del disco nuevo? ¿Van a ser conciertos largos?
Bueno, tenemos el cuarto disco recién sacado así que los conciertos van a ser de dos horas. Tenemos calculado una hora y tres cuartos más o menos de música y quince minutillos de chistes (risas). Que los chistes, es porque afinan los compañeros, ¿sabes? Es que la gente a lo mejor se piensa que tengo incontinencia verbal. Que sí, también. Pero muchas veces es que estoy viendo a mis compañeros con el afinador y tal… Pues un chiste.
Entonces vamos a tocar el disco entero, que dura cincuenta minutos. Tocaremos el disco entero pero eso no va a significar que sacrifiquemos ninguno de los hits. O sea, vamos a tocar todos los hits, que también nos gustan. Eso sí, lo que no vamos a hacer es lo que hicimos en la en la anterior gira que hacíamos el disco entero “2038” y luego otras canciones. Ahora no, va a ir todo intercalado porque el disco nuevo lleva relativamente poco fuera. Entonces, aunque se está escuchando mucho y seguro que ya se la saben… Que “Culpable” ya se la sabe todo el mundo, pero a lo mejor “Segundo intento” no tanto, entonces intercalarlas es buena idea.
Y después, ¿tendréis más fechas o está por ver todavía?
Sí, sí, tenemos, claro, lo que pasa que no las decimos todavía. Lo estamos haciendo como por bloques. Este primer bloque son tres fechas que además son muy importantes para nosotros, son tres ciudades muy favorables. Murcia ya es casi nuestra zona, hemos ido un montón y la gente nos conoce. Va a haber una muy buena entrada. En Madrid va a ser increíble. Casi con toda seguridad va a ser el concierto más multitudinario que hayamos tenido de sala. O sea, va a haber más gente que en Copérnico. Va a ser la hostia. Probablemente, ¿eh? No me quiero pillar los dedos porque no tengo los datos exactos. Estamos muy muy de subidón. Y luego Valencia también va a ser la hostia. En Valencia, al ladito de casa, nos encanta ir a la Rock City, que es una sala increíble.
Y luego pues haremos más tandas. Es que tampoco queremos agobiar a la gente, está bien hacerlo poquito a poco. Si de repente presentas veinte fechas. Pum. Ahí las tenéis… pues eso es peor porque como que te confías. Ahora mismo es como: ¿quieres vernos? Pues te vienes a Murcia, a Madrid o a Valencia. ¿Pero es que no vais a tocar más? Pues seguro que sí. Y este verano ya hay cosas para festivales y demás.
Quería preguntarte por tu formación vocal. Leí en una entrevista que cuando estabais grabando el primer disco tuviste problemas y tuviste que cambiar tu forma de cantar. ¿Qué formación tienes a raíz de eso?
Claro, antes no tenía. Antes era todo víspera y juventud. Y pelazo. Y rizos. Y, bueno, pues se me daba medio bien y ¿qué pasa? Que cuando no tienes técnica y eres un burro como era yo… pues hacía cosas que me dañaban la voz y durante la grabación de “El Circo de la Tierra” recuerdo que grabé, y se nota, que hay tres canciones que grabé antes del catacrocker. Grabando la canción “Tierra” eh me acuerdo que fui al estudio y no podía, y decidí descansar unos días. Pero los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y ya fui al médico y me vieron que tenía micronódulos, aunque no llegaban a ser grandes como para operar y me dijeron que probablemente con buena técnica vocal desaparecerían. Y entonces ya fui a un profesor a que me enseñase a hacer las cosas bien. Tuve varios profesores, aparte de buscar en internet cursos e historias y no he dejado de formarme desde aquello porque es maravilloso. Con la voz no acabas nunca. Y además como la voz va cambiando, te tienes que ir adaptando los cambios de tu vida.
Dentro de los cantantes del panorama nacional ¿quiénes son tus favoritos?
Pues me gusta mucho José Broseta. Hace cosas parece que eso es sobrenatural. Y encima es un cielo de persona, lo cual hace que me guste más todavía. Me gusta Víctor García también porque tiene una personalidad brutal. Ronnie Romero, evidentemente… Hay muchos. Leo Jiménez y Tete Novoa lo hacen muy, muy, muy bien. No es mi estilo porque están siempre ahí arriba y para mí es excesivo, pero es que lo hacen muy bien ahí porque pueden. Lo hacen de la hostia. E Israel Ramos, me gusta muchísimo, casi se me olvida mencionarlo. Raquel de Celtian también. Estaba pensando solo en chicos y no sé por qué, porque las chicas lo parten. Jessie Williams de Ankor también. Dani de Lépoka, que además somos muy amigos y ha tenido una evolución de la hostia y ahora canta muy, muy guay y me encanta, me siento orgulloso de él, como si fuera su padre. Es que te diría un montón. José Andrëa, de Mago de Oz, era mi favorito de la vida. Zeta también lo hace lo hace muy bien también.
¿Y como cantantes referentes tuyos? Aparte Freddie Mercury, claro...
Bueno, lo que pasa que Freddie Mercury da hasta rabia, o sea, es que… Joder, ahora ha salido, un tema nuevo inédito que yo lo escucho y me dan ganas de llorar. O sea, pero ¿cómo puede ser, tío? ¿Cómo podía cantar así? El mamonazo. Buenísimo. Pero, sin duda el cantante que más me ha influido en la historia de Michael Kiske. Yo empecé cantando tirando a gutural, me gustaba a mí. De repente oí a Kiske y dije “yo quiero hacer eso”. Es magia. Para mí es la voz del del heavy, bueno, del power en su caso, pero tampoco diría power, no sé. Esa es la voz, la voz. Luego Hetfield de Metallica también…Y españoles, Sherpa de Barón Rojo también ha sido una gran influencia.
Muchas de las bandas de metal nacional tienen muchos más seguidores en América que en España. ¿Tenéis tirón vosotros en América?
Pues de momento en nuestro caso no está siendo así. Lo estuvimos hablando un día que nos encontramos a Popez de Lèpoka y él nos preguntaba eso, decía “joder un montón de bandas están yendo ahí a México y tal. ¿Vosotros qué? ¿Eso cómo lo lleváis?”. Y sí que tenemos fans en México, que no les quiero hacer de menos, ni mucho menos. Pero no, no es un número lo suficientemente grande como para plantearnos ir, por ejemplo. Y probablemente sea porque no hemos sabido darnos a conocer. Tampoco yo ahora mismo sé qué es lo que hay que hacer para llegar y la verdad es que para nosotros es algo atractivo. O sea, irte una semana de gira mexicana joder, es una experiencia chulísima, eso nos encantaría vivirlo. Y bueno, es algo que tenemos pendiente. También puede ser por el estilo, creo que el folk metal funciona muy bien en México y en Sudamérica en general. Diría yo, claro, nosotros hacemos otra y a lo mejor puede ser eso, no tengo ni idea. A lo mejor es que nuestro estilo pues no tiene tanto tirón.
¿Cuál ha sido el papel de Carlos Raya en el disco? ¿Cómo ha sido su trabajo?
Ha sido como un director, ha dicho por aquí sí, por aquí no. Siempre dejando que la última palabra la tengamos nosotros, evidentemente. Pero claro, la última palabra la tenemos nosotros, pero es que la opinión de Carlos Raya es la opinión de Carlos Raya. Es que te dice “no, yo creo que esto es mejor”. Claro, que es mejor, tío. Si es que tienes razón. Tiene mucha clarividencia. Cuando contactamos con él ya teníamos casi todo el disco compuesto y bastante arreglado. Entonces él decía “joder, me hubiera gustado entrar antes”. Porque ya había mucho trabajo hecho. Y la mayoría de las canciones se han pulido, él ha quitado paja, ha homogeneizado el sonido del del grupo y llevado a tomar decisiones más maduras también. Hemos aprendido un montón. Y el disco suena mejor, suena más maduro, suena más concreto y más profesional gracias a su a su aportación.
Porque todavía arrastrábamos cosas que son a veces infantiles, como por ejemplo sobre arreglar los temas. De manera inconsciente a veces, y más cuando haces progresivo es como que quieres enseñarle a todo el mundo lo que sabes hacer y te da pánico quedarte corto. Y eso es algo que ahora lo pienso y es infantil. Y nos ha pasado ¿eh? En discos anteriores, aunque cada vez menos. Pero en discos anteriores hay veces que la canción se queda diluida en el arreglo y podría haber sido un tema mucho más asequible. Y esto él nos ha ayudado a conseguirlo.
Algo parecido a eso le pasa a muchos cantantes cuando son jóvenes...
Bueno, es que a mí me pasa. Me ha pasado de decirme Carlos: “¿y este grito?” Y yo: “Hostia pues me vi bien y digo te voy a pegar aquí un taco que vais a flipar”. Osea, un “porque puedo.” De vez en cuando hacía algunos “porque puedo” y Carlos Raya decía que, si le va bien al tema, adelante a todo, pero si es exhibicionismo, no porque resta. Él lo veía muy claro.
Nos falta hablar de la portada. ¿Qué representa en esa portada? Hay una pirámide, una sequía, un árbol dentro de la pirámide…
La portada la hizo Agustín Escudero, es un diseñador muy amigo mío y la verdad es que, joder, tienes un amigo diseñador y estás haciéndote tú las portadas. Para este disco sí que teníamos claro que ya que estábamos dando un paso hacia la profesionalización del grupo teníamos que hacerlo en todos los aspectos. También en lo primero que se ve, que es la portada. Una buena portada te predispone mejor a que el contenido del disco te guste. Y bueno, contamos con él. Ha hecho un trabajo extraordinario. Le hemos dado muchísima guerra, ni te lo imaginas. Podríamos estar hablando de un examigo...
El terreno seco es Dry River, somos nosotros. Es la cuenca de un río, lo que pasa que es un río ancho, sería como el Ebro cuando se seque. Espero que no lo veamos. Luego está la luna. Un cuarto creciente en realidad tiene un poquito menos de luna de la que hay en el disco, pero bueno, por cuestión estética se decidió hacer un cuarto creciente bien crecidito ya. Y lo del árbol fue una de las metáforas del nombre del disco. Cuando tú siembras algo en cuarto creciente la semilla germina más fuerte porque están más tiempo bajo la influencia de la luz de la luna y eso le beneficia. La pirámide invertida es un toque surrealista. Es un toque que queríamos que también tuviera, es muy típico de los álbums de progresivo. Es como un guiño de aquí estamos haciendo nuestra mierda haciendo notas a granel y con muchísimos solos. Estuvimos probando a colocar el árbol en mitad de un río seco, que era una imagen también bonita, pero al final quedó dentro del prisma. Representa la pandemia, las dificultades que hemos tenido en el grupo como un terreno seco que después, bajo la influencia del cuarto creciente, germina y crece un árbol y es una nueva vida. Como como que está en otra dimensión o algo así.
Y mola, eh. Vamos a editar el disco en vinilo dentro de un par de meses. Y es que estoy deseando tener esa portada de vinilo. Un cuadro o algo porque es chulísimo.
En la composición de los temas, ¿cómo trabaja Dry River? ¿Participáis todos?
Bueno, a ver, los temas suelen nacer de una idea, el germen de la canción suele ser algo individual. Yo, Guillermo, Mikel o el que sea pues está en casa, compone un estribillo o incluso una canción ya con estructura y luego eso pues se presenta al resto del grupo y entre todos le vamos dando forma. Siempre hay quien hace más trabajo, quien hace más de una parte, más de otra… A mí siempre me gusta decir que las canciones son de Dry River y no de alguien en concreto, porque es muy peligroso personificar las cosas, individualizar las cosas. Como es un dato que no tiene importancia, no es relevante para que te guste una canción… O sea, tu canción favorita va a seguir siéndolo sea quien sea el compositor.
Luego está la pregunta tuya que es curioso. Es “hostia, pues tengo curiosidad de saber quién hace esto o qué hace el otro”. Bueno, está bien. Pero las canciones son de Dry River. No digo que tenga que suceder siempre, pero poner un nombre puede llevar a que haya movidas en un grupo. Yo soy enemigo de los créditos. O sea, has escuchado la canción, disfrútala, compártela.
Bueno Ángel, no te entretengo más, que llevamos hablando más de una hora y cuarto. Muchas gracias por tu tiempo y por esta conversación. Que tengáis mucha suerte en la gira y os vaya muy bien.
Muchas gracias a ti. Chao, chao.
Entrevista realizada por Luis Martin