Cerramos nuestro repaso al último Z! Live Rock con la crónica de la tercera jornada en la que disfrutamos de bandas tan variadas como Gotthard, Dynazty, Dark Funeral, Ankhara, Rhapsody of Fire, Lita Ford, Nanowar of Steel, Opensight y el tour despedida de Sepultura,
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Aún con el recuerdo de los grandes conciertos del día anterior, poníamos rumbo de nuevo a IFEZA a las cuatro de la tarde del sábado, donde los londinenses Opensight, ataviados con traje y corbata y acompañados por vídeos de cine antiguo abrieron su concierto con "Killer" y "Plain sight". No estuvieron mal, pero sí esperaba más de ellos y me resultó un concierto algo falto de chispa. Con un muy buen español, su cantante agradecía e iba presentando canciones como "The great silence", "Stained remains" o "Midnight hunger", canción inspirada en la película Gremlins. Incluso tocaron una canción nueva de su próximo disco.
Hacía tiempo que no veía a Ankhara y en el Z estuvieron de diez, así de simple. "3:40", "Un paso más" y "Océanos de lágrimas", que quedó estupenda, abrieron una hora de concierto con una banda muy inspirada y un Pacho Brea cantando de cine, al que le vimos disfrutar entre el público de todo el festival desde el jueves, al que es asiduo a asistir. También hubo canciones de la época más moderna post parón como "Sueña" y "Sigo en pie", antes de volver a los temas clásicos como "Hasta el fin" y los grandes y cantables "No mires atrás" y "Acordes mágicos". Un poco de mejor sonido se hubiera agradecido, pero fueron de lo mejor del día, junto con los que venían a continuación.
Y esos eran los suecos Dynazty, a los que tenía bastantes ganas de ver en directo y firmaron otro concierto sobresaliente. Parece mentira pero hasta el tercer día no apareció el power metal por el Z Live. Venían con el disco "Game of faces" muy reciente aunque no empezarían con él, sino con "In the arms of the devil" de "Firesign", a la que ahora sí sucedió la propia "Game of faces". Nils Molin, conocido también por cantar en Amaranthe cantó de lujo como la bestia que es, aunque la labor a los coros de sus compañeros fue en vano porque no se les escuchó en todo el concierto. "The grey" es un temazo y sonó muy bien, igual que "Waterfall" y el medio tiempo "Yours".
Hacia el final nos comimos un pequeño solo de batería, aunque luego vendrían la tremenda "The human paradox" y "Heartless madness", que terminó por ser lo peor de un concierto que hasta ese momento iba sobre ruedas. Y es que no es de recibo tirarse más de 12 minutos con una canción que dura 4, metiendo presentación de la banda y un juego interminable de "uooos" con el público, termina por aburrir a cualquiera. Perfectamente podrían haber tocado un par de temas más, y es que tienen muchas canciones con calidad de sobra que quedaron fuera del repertorio, y haber cerrado un concierto redondo. Prefiero maquillar el concierto y obviar el final, porque el resto fue muy bueno. Eso sí, otra banda con el síndrome del teclista transparente.
Seguíamos dentro del power porque le llegaba la hora a los clásicos Rhapsody of fire. Los italianos volvían al Z Live abriendo con "Unholy warcry", de la época de Fabio Lione y, a partir de ahí, se centraron casi en exclusiva a los discos más recientes de la banda, tocando singles como "Rain of fury", "I´ll be your hero", "Challenge the wind", "Chains of Destiny" o "Warrior heart". Rhapsody of fire no llevaban el teclado disparado, pero sí una barbaridad de voces que cualquiera pensaría que en cualquier momento sustituyen a Giacomo por otra grabación. Abusaron de un recurso que puede llegar a ser contraproducente, y en este caso restó mucha autenticidad.
La gente lo pasó bien y respondieron a los temas fáciles de digerir de los italianos, pero era evidente que todo el mundo estaba allí para unas "Dawn of victory" y "Emerald sword" que se sintió que tardaron mucho en llegar. Eso sí, ambas fueron una fiesta y un mar de brazos en alto, probablemente las más coreadas de todo el día. ¿Hay heavy que no las conozca? Creo que todos hubiésemos agradecido algo más de material antiguo para dejarnos un sabor de boca épico.
Los sonidos más amables de Gotthard no tardarían por aparecer y, aunque la banda ya vivió su mejor momento, no dejan de ser un grupo mítico y tienen temas que a todo el mundo le gusta escuchar. "Stereo crush" es su disco más reciente y aprovecharon para presentarlo con "AI & I", "Thunder and lightning" y una "Burning bridges" que me gustó bastante. No tardaron en caer clásicos habituales como "Hush", "Anytime anywhere" y "Heaven". Tras "Top of the world", Gotthard puso a todo el mundo a cantar con "Lift u up" antes de despedirse definitivamente con un concierto que se hizo algo corto, algo bueno querrá decir eso.
La estadounidense Lita Ford venía como uno de los cabezas de cartel de este día y la verdad es que no estuvo a la altura de ello. Tras una "Balls to the wall" de Accept como intro que ya escuchamos en directo el día anterior y un retraso de diez minutos sobre la hora asignada, comenzó su concierto con "Gotta let go", no sin sufrir problemas de sonido en su micrófono, que no dejaron escucharla hasta casi terminada la canción. El volumen estaba a un volumen tan absurdamente alto que me tuve que poner los tapones, y aún así seguía incómodo. Pero el mayor problema no fue ese, sino que fue todo muy aburrido y monótono. Temas sin gancho, ella sin poner tampoco gran esfuerzo en comunicarse con el público… Parecía más tener la intención de cumplir y marcharse que de otra cosa.
"Larger tan life", "Restless", "The bitch is back", un solo de batería… Ninguna terminó de levantar los ánimos, ni su recuerdo a The Runaways con "Cherry bomb" o "Black leather" de Sex Pistols. Fue una actuación bastante sosa y prescindible y en la que como mucho en lugar de ganar, quien no tuviera protección igual perdió algo de capacidad auditiva.
Mucha gente se congregó en el Silver stage para ver la gira de Sepultura que vale tanto como celebración de 40º aniversario como de despedida, si cumplen con lo que prometen. Muchos siguen sin superar la salida de los Cavalera y opinan que esto no es Sepultura, pero movidas aparte, los brasileños tuvieron muy buena respuesta del público y eso es lo que manda al final del día. Aprovecharon su tiempo de actuación sin perder tiempo, en la que dejaron para el final muchos de sus temas emblemáticos, aunque al principio también caerían "Inner self" o "Desperate cry". No tardaron en aparecer los cánticos de "Sepultura, Sepultura" de un público que lo dio todo.
"Kairos", "Propaganda", "Choke", "Kaiowas"… todas fueron repasando una trayectoria musical de 40 años de una de las bandas más influyentes en el thrash metal mundial. Para el final, "Osgasmatron", "Territory", "Refuse/Resist", "Arise", "Ratamahatta" y "Roots blody roots", un final apoteósico que dejó al público con ganas de más. Muy sólidos Sepultura, que fueron los triunfadores del día y levantaron al personal.
Después de tres días de festival y muchas bandas extremas, a la una de la mañana del último día un concierto de black metal no era lo que me pedía el cuerpo, pero sí lo que estaba programado, porque Dark Funeral también está de celebración, en este caso 35 años. Una intro muy larga, misteriosa y visual dio paso al concierto, donde las luces tuvieron un gran protagonismo y estuvieron muy en la línea de su propuesta musical. A ellos apenas se les veía, pues casi todo eran luces traseras que proyectaban su silueta más que dejar ver su maquillaje facial. Sonaron bien y muy cañeros, aunque bastante gente prefirió marchar ya para casa, y a mi no terminaron de entrar. Nuevamente, café para cafeteros.
Y el colofón a la décima edición la ponía Nanowar of Steel, típico grupo que provoca diversidad de opiniones. A mi me gusta el cachondeo, pero no de una forma tan absurda y la oportunidad que les di se esfumó en cuanto salieron bailando cual dibujo animado y con su cantante vestido de bailarina. En diez segundos se me fueron todas las ganas. Sí que es verdad que muchos se quedaron a verlos y lo pasaron en grande, que para eso están, así que su misión quedó cumplida, pero no son para mí. "Sober", "Pasadena 1994", "Disco metal", "Uranus" o la conocida "Norwegian reggaeton", que no me puede gustar menos, formaron parte del repertorio, momento en el que tuvimos suficiente y decidimos dar por cerrado el festival.
Muchas gracias a la organización del Z Live, que este año han estado impecables. La sensación final del festival es buena y de felicidad, aunque, como comentaba en la crónica del primer día, nos hubiera gustado un cartel un poco más balanceado, pero eso obviamente va en gustos y cada uno tendrá su opinión. También echamos de menos alguna gran producción en forma de gran escenario, pirotecnia, etc. Nos vamos contentos a casa y, como seres insaciables que somos, pensando ya en el año que viene. A por otros diez años, Z Live!
Crónica: Luis Martín
Fotos: NachoGS